El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa entró en su segunda semana. Fernando es el hijo de paraguayos que residen en la Argentina y fue víctima de una brutal golpiza a la salida de una discoteca en Villa Gesell, ocurrido en enero del 2020, lo que le causó la muerte. El abogado Fernando Burlando, representante legal de la familia Báez Sosa, al salir de los tribunales afirmó que quedó probado que el joven falleció en el lugar a consecuencia del criminal ataque.
Según el letrado, los profesionales de la salud le brindaron los primeros auxilios utilizando desfibrilador dentro de la ambulancia para intentar reanimar al joven de 18 años. Si bien el muchacho fue ingresado al servicio de urgencias del Hospital de Villa Gesell, eso fue más bien por una cuestión de protocolo porque nunca salió de su estado. Agregó que la primera profesional médica que atendió a Fernando afirmó que falleció a las 5:07 de la mañana, no a las 6:00.
“Quedó probado fundamentalmente que Fernando falleció en el lugar del hecho, que el deceso se produjo después de la golpiza. Lo reanimaron, pero nunca salió de ese estado, continuaron con desfibrilador dentro de la ambulancia hasta llegar al Hospital de Villa Gesell”, indicó Burlando dijo a los medios argentinos.
Agregó que los médicos que trataron a Fernando, así como el médico forense, afirmaron durante sus declaraciones en el marco del juicio que ninguna persona hubiera sobrevivido con el cuadro en que vieron a Fernando. Según relató Burlando, los médicos tratantes, e incluso el Dr. Diego Duarte, quien realizó la autopsia, afirmaron que la lesión a nivel cerebral era tan importante que nadie con esa desorganización orgánica hubiese sobrevivido.
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“Fernando murió en el lugar y no le dieron oportunidad de nada, yo especulo que le habrán seguido pegando ya estando muerto. Ni si lo ayudaban a tiempo no tenía ninguna posibilidad, el importante daño cerebral y los órganos vitales como hígado y demás fueron muy dañados, es como si le hubieran puesto una canilla y lo vaciaron, incluso sangró por la boca”, dijo Burlando.
Aseguró que, con todo el daño en sus órganos vitales, el más importante fue el daño cerebral y que ni el mejor médico neurólogo del mundo hubiera podido salvar a Fernando tras el ataque de los ocho jugadores de rugby, quienes incluso habrían seguido pateando al joven tras su muerte.
Por su parte, el Dr. Diego Duarte, médico forense que habría practicado la autopsia al joven de 18 años, refirió que en la cara de la víctima quedó la marca del calzado deportivo de uno de sus atacantes. Además, confirmó que los golpes que recibió a nivel craneal fueron dados con toda saña: “Hubo lesiones en varios órganos”, indicó.
En el banquillo de acusados
Están siendo juzgados Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinelli, Ayrton Viollaz, Lucas Pertossi y Luciano Pertossi por “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”; y también por “lesiones leves” por las heridas que sufrieron los amigos del joven asesinado cuando intentaron defenderlo.