El pasado lunes comenzó el juicio contra ocho rugbiers acusados por el crimen de Fernando Baéz Sosa, de 18 años, hijo de una pareja de paraguayos que fue asesinado a golpes a la salida de una discoteca en Villa Gesell, Argentina. Hoy viernes se desarrolló el quinto día del juicio y declararon peritos, policías y testigos, entre ellos la empleada de un hotel que escuchó comentarios de los acusados tras la pelea.
Este viernes, declararon los policías que estuvieron presentes en día de la detención de estos ocho jóvenes que acabaron con la vida de Fernando. La mayoría coincidió en sus versiones de cómo llegaron hasta la vivienda donde estaban ocultas estas personas y que dos de estos eran reconocidos por los vecinos, y luego de eso quedan detenidos.
“Ellos siempre estuvieron tranquilos y se reían. Tenían marcas y hematomas de golpes en el cuerpo. Se trata de un hecho totalmente de gravedad y lamentable”, dijo el oficial Mariano Rivas, en El Trece, de Argentina. Aclaró que dentro de la vivienda encontraron las zapatillas con sangre, con la que dieron la patada que remató a Fernando y que los jóvenes inculparon a una persona totalmente inocente.
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“Venían riendo”
Así también, declaró Andrea Ranno, una testigo clave que vio cuando los jóvenes huían del lugar del crimen y escuchó cuando estos hacían comentarios sobre la gran hazaña que hicieron tras golpear brutalmente a Fernando. La mujer trabajaba en un hotel que queda a unos 60 metros del lugar donde ocurrió la brutal golpiza.
“Venían muy exaltados y felices haciendo comentarios como: le rompí toda la jeta, otro decía le llené toda la jeta de sangre, venían riendo. Conté la secuencia que me tocó vivir aquella madrugada, yo no sabía quiénes eran, no sabía que habían matado a un chico”, dijo, entre lágrimas, la testigo en el mismo medio.
Estas ocho personas detenidas cumplen prisión preventiva en una cárcel de la periferia al sur de Buenos Aires, desde donde fueron trasladados a Dolores, para el juicio que se extenderá por 22 días y en el que se escucharán a más de 150 testigos. Los mismos están acusados con homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas.
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