Los bombardeos continuaron este viernes a ambos lados del frente en Bajmut, epicentro de los combates en el este de Ucrania, y en otras localidades del país, a pesar del cese al fuego unilateral decretado por Rusia con motivo de la Navidad ortodoxa.
Periodistas de la AFP oyeron disparos con artillería desde las dos partes del frente en Bajmut, una ciudad con calles en gran parte destruidas y desiertas, después del inicio teórico del alto al fuego a las 9:00 GMT. Pavlo Diatchenko, policía de Bajmut, dijo que la tregua era una “provocación” rusa. Los civiles “están siendo bombardeados día y noche y casi todos los días hay muertos”, aseveró.
El ejército ruso aseguró, sin embargo, respetar su tregua y acusó a las tropas ucranianas de “seguir bombardeando las ciudades y las posiciones rusas”. El jefe adjunto de la administración presidencial ucraniana, Kirilo Timoshenko, informó de dos bombardeos rusos en Kramatorsk y otro en Kurakhove, en el este. Reportó también un bombardeo ruso en Jersón (sur).
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En la región de Lugansk (este), las autoridades locales dieron parte de 14 tiros de artillería y señalaron que los civiles se quedaron “todo el día en sus sótanos”. Las autoridades separatistas prorrusas del este de Ucrania informaron, por su parte, de varios bombardeos de su bastión de Donetsk antes de que entrara en vigor el alto al fuego decretado por el presidente ruso, Vladimir Putin.
Siguiendo el llamado del patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Kirill, y del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, Putin ordenó un “alto al fuego en toda la línea de contacto entre los bandos en Ucrania” desde las 9:00 GMT del 6 de enero hasta las 21:00 GMT del 7 de enero”.
“Buscando oxígeno”
Esta debía ser la primera gran tregua en Ucrania desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero. Ucrania, sin embargo, acogió el anuncio con escepticismo. El presidente, Volodimir Zelenski, estimó que era una “excusa para frenar el avance” de las tropas de Kiev en el Donbás, en el este, y llevar “equipamientos, municiones y acercar a hombres a nuestras posiciones”.
Putin había pedido a las tropas ucranianas que respetaran la tregua para permitir a los ortodoxos, fe mayoritaria tanto en Ucrania como en Rusia, “asistir a los oficios en Nochebuena, así como el día de la Natividad de Cristo”. Los aliados de Kiev acogieron también el anuncio con frialdad. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, estimó que Putin está “buscando oxígeno”. “Estaba listo para bombardear hospitales, guarderías e iglesias” el 25 de diciembre y el día de Año Nuevo, recordó durante un discurso en la Casa Blanca.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, James Cleverly dijo que el alto al fuego “no contribuirá en nada para avanzar en las perspectivas de paz” y los diplomáticos alemanes aseguraron que la tregua no aportará “ni libertad ni seguridad” a Ucrania.
Francia, por su parte, denunció un “burdo intento de Rusia de ocultar su responsabilidad” mientras siguen los atropellos y bombardeos contra Ucrania. Y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, tachó el alto el fuego de “hipócrita” y “poco creíble”. “La respuesta que nos viene a todos a la cabeza es el escepticismo ante tanta hipocresía”, dijo durante una visita en Fez, en Marruecos.
“Nuevas realidades”
Durante su conversación telefónica con Erdogan, Putin dijo que Rusia estaba dispuesta a entablar un “diálogo serio” con Ucrania, a condición de que ésta cumpliera las exigencias rusas y aceptara las “nuevas realidades territoriales” derivadas de la invasión del país.
Moscú reivindicó en septiembre la anexión de cuatro regiones ocupadas al menos parcialmente por su ejército en Ucrania, a pesar de los múltiples reveses militares rusos sobre el terreno, tal y como lo hizo con la península ucraniana de Crimea en marzo de 2014.
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Zelenski insiste en la retirada total de las fuerzas rusas de su país, incluida Crimea, antes de entablar cualquier diálogo con Moscú. De lo contrario, promete recuperar los territorios ocupados por la fuerza. Putin acusó a Occidente de “suministrar armas y material militar al régimen de Kiev y facilitarle información”.
Estados Unidos y Alemania prometieron el jueves a Kiev proporcionarle vehículos de combate de infantería Bradley y Marder. Francia anunció que suministraría tanques ligeros AMX-10 RC. Berlín también se comprometió a enviar una batería de defensa antiaérea Patriot, siguiendo los pasos de Washington.
Fuente: AFP.