En el cuarto día de juicio del caso de Fernando Báez Sosa, en el que tendrán que declarar más testigos de la agresión de la cual fue víctima y que acabó su vida, el padre del joven, Silvino Báez, indicó que están expectantes del desarrollo del juicio de modo que se aclare qué fue lo que ocurrió a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell, provincia de Buenos Aires, donde se produjo el incidente.
“El dolor va a ser eterno, estamos destruidos por dentro y queremos justicia”, fue lo expresado por Silvino Báez, de nacionalidad paraguaya, en comunicación con la 780 AM, quien señaló que todas las declaraciones en el marco del juicio favorecen a su hijo.
El pasado miércoles 4 de enero declaró ante el Tribunal de Dolores el jefe de seguridad del boliche, quien estaba a un metro de distancia al momento de la agresión. “Hizo temblar todo el recinto cuando empezó a hablar, los jueces y los fiscales le ponían mucha atención porque hablaba con mucha claridad, contó con detalles todo y en un momento no aguantó más y empezó a llorar. Para nosotros fue gratificante lo que escuchamos, por más de que sea doloroso, porque nosotros buscamos justicia”, expresó.
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Además prestaron declaración los amigos de Fernando, quienes no pudieron defenderlo de la brutal agresión. “En todos los videos que vimos en el juicio, todo indica que fueron directo a Fernando, los amigos de Fernando se asustaron y hasta ahora están así, cuando yo los veía declarar a ellos, se sentía en ellos el temor, mi hijo y estos chicos no son de esa clase de gente que van para pelear y meterse en riñas”, mencionó.
Señaló que le causa mucho dolor escuchar los relatos de ese día y la forma en la que los agresores se referían a su hijo y arengaban a otros a matarlo. “A él lo mataron inocentemente, ellos no sabían de dónde venía el ataque, yo vi uno de los videos en el que los asesinos estaban parados frente al boliche esperando el momento para atacar, fue todo coordinado, maten a ese negrito a ver si pelea de vuelta decían, es muy doloroso y angustiante”, manifestó.
La familia de Fernando Báez espera que los ocho imputados reciban la pena más alta, la de cadena perpetua y confían en que la Justicia pueda lograrlo. “Esperamos que los jueces hagan lo mejor posible y castiguen a los culpables”, sostuvo.
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Silvino emigró a Argentina junto con su esposa Graciela hace unos 30 años, son oriundos de Carapeguá y decidieron dejar nuestro país con el objetivo de tener un mejor futuro. Al momento de su fallecimiento, Fernando tenía 18 años y había ido con su grupo de amigos al boliche de Villa Gesell.
Los ocho imputados por este hecho son Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23), quienes habrían interceptado a Fernando a la salida de Le Brique, el 18 de enero del 2020.