China abrogará el 8 de enero la cuarentena obligatoria para todos aquellos que viajen al gigante asiático, anunciaron las autoridades sanitarias, una medida que se suma al levantamiento a principios de diciembre de la mayoría de restricciones antiCOVID.
A partir del mes que viene, solo se exigirá un test negativo reciente a todos aquellos que quieran ingresar al territorio chino, indicó en un comunicado la Comisión de Salud, que tiene funciones parecidas a las de un ministerio.
China es la única gran potencia que sigue exigiendo una cuarentena a los que viajan a su territorio, lo que penaliza su sector turístico. Este confinamiento dura actualmente cinco días, seguidos de tres días de observación a domicilio. La Comisión de Salud indicó que ahora ya no considera al COVID-19 como una neumonía, sino como una enfermedad “contagiosa” menos peligrosa.
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Tres años después de la aparición de los primeros casos de COVID-19 en la ciudad china de Wuhan (centro), el gobierno eliminó sin previo aviso a principios de mes la mayoría de estrictas medidas que sostenían su política de ‘COVID cero’, en un contexto de creciente exasperación por parte de la población y ante el fuerte impacto que esa política estaba teniendo en la economía del gigante asiático.
Aumento de casos
Pero, desde entonces, China hace frente a un aumento explosivo del número de contagiados por el virus. Numerosos hospitales están saturados y las farmacias sufren escasez de medicamentos. Además, varios crematorios indicaron a AFP que están recibiendo un elevado número de cuerpos para incinerar.
El presidente chino, Xi Jinping, instó este lunes a las autoridades a tomar medidas para “proteger eficazmente” las vidas de sus compatriotas frente al avance del COVID-19, en sus primeras declaraciones públicas desde que Pekín relajó las restricciones. “Deberíamos lanzar una campaña sanitaria patriótica de manera más afinada”, para fortalecer “la prevención y el control” de la epidemia y “proteger eficazmente la vida, la seguridad y la salud de la gente”, dijo el mandatario chino, citado por el canal estatal CCTV.
“La prevención y el control del COVID-19 en China está confrontada a una situación mueva con nuevas tareas”, añadió. China anunció el domingo que no publicaría más estadísticas sobre el COVID, muy criticadas por el gran desfase entre las cifras oficiales y la actual ola epidémica que golpea el país.
Controvertido balance
Hasta la fecha, las pruebas PCR casi obligatorias permitían seguir con fiabilidad la tendencia epidemiológica. Pero las personas contaminadas ahora se hacen autotests en casa y raramente informan de los resultados a las autoridades, lo que impide tener datos fiables. De confiar en el balance oficial, China, el país más poblado del planeta, solo habría tenido seis muertes por COVID-19 desde que se levantaron las restricciones.
Según numerosos expertos, este balance es muy inferior a la cifra real de fallecidos, en un país en el que buena parte de las personas mayores no están vacunadas contra el coronavirus. Los ciudadanos chinos pueden constatar la diferencia flagrante entre las estadísticas oficiales donde apenas hay casos y los crecientes contagios, e incluso fallecimientos, de personas cercanas.
La gran metrópolis de Cantón (sur), que tiene una población de 19 millones de habitantes, anunció el aplazamiento de las ceremonias funerarias a “después del 10 de enero”. Otra fuente de controversia es la nueva metodología de recuento de las autoridades, según la cual solo las personas muertas por insuficiencia respiratoria ligada al COVID serán contabilizadas como fallecidas de esa enfermedad.
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Mientras, algunos gobiernos locales, han comenzado a ofrecer estimaciones de la magnitud de la pandemia. Las autoridades sanitarias de Zhejiang (este), al sur de Shanghái, indicaron que el número de contagios diarios superaba la barrera del millón en esta provincia de 65 millones de habitantes.
Medio millón se infectan de forma cotidiana en Qingdao (este), ciudad con una población de diez millones, según fuentes municipales citadas por la prensa oficial. En la capital, Pekín, las autoridades admitieron el sábado “un gran número de personas infectadas” y llamaron a “hacer todo lo posible para mejorar la tasa de recuperación y reducir la de mortalidad”.
Fuente: AFP.