El grupo Estado Islámico (EI) lanzó un ataque “frustrado” contra una cárcel en el norte de Siria donde se hallan detenidos centenares de yihadistas, en una operación que dejó seis muertos entre las fuerzas de seguridad y al menos uno entre los asaltantes, anunciaron el lunes pasado las fuerzas kurdas y una ONG.
Un yihadista que llevaba un cinturón de explosivos murió y otro fue detenido cuando intentaban asaltar el cuartel de las fuerzas kurdas en cuyo interior se encuentra la prisión, señaló a la AFP el portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS, dominadas por los kurdos), Farhad Shami.
Las FDS pudieron “frustrar” el ataque, agregó. La administración autónoma kurda del norte de Siria confirmó que seis miembros de sus fuerzas murieron en el incidente. El objetivo de los islamistas “era la prisión de la seguridad militar”, donde están detenidos “unos 900 yihadistas, 200 de ellos de alto perfil”, indicó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Lea más: Joe Biden declara estado de emergencia en Nueva York tras ola de nieve
El EI reivindicó la autoría del ataque contra esta prisión situada en Raqa, que fuera “capital” del autoproclamado califato del EI. La organización yihadista dijo que con esta operación quería “vengar a los prisioneros musulmanes”, en particular a las mujeres yihadistas que se encuentran en el campamento de Al Hol, bajo administración kurda, también situado en el norte de Siria.
Ese campo, superpoblado y en pésimas condiciones, alberga a 50.000 familiares de yihadistas del EI entre los cuales hay personas de unos 60 países, así como desplazados sirios y refugiados iraquíes. Tras el ataque, la administración autónoma kurda impuso el estado de emergencia en Raqa y un toque de queda “hasta nuevo aviso” en la ciudad. El comandante en jefe de las FDS, Mazlum Abdi, afirmó en un tuit que sus fuerzas seguían “de cerca los movimientos de las células terroristas de Daesh (acrónimo árabe del EI) en Raqa”.
Tras su avance fulgurante en 2014 en Irak y Siria, con la conquista de amplios territorios, el grupo Estado Islámico vio desmoronarse su “califato” tras una serie de golpes sucesivos. Finalmente fue derrotado en 2017 en Irak y en 2019 en Siria. Las células del grupo extremista, responsable de numerosas atrocidades, sigue llevando a cabo ataques en ambos países. Decenas de yihadistas tomaron por asalto la cárcel de Ghwayran, en el noreste de Siria, en enero de 2022, para liberar a otros milicianos. Tras varios días de combates y cientos de muertos, las FDS recuperaron el control de la prisión.
Red entre Siria y Ucrania
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) ha logrado desarticular un grupo afín a Estado Islámico, activo en los Urales y en el norte del Cáucaso, que se dedicaba al supuesto transporte de milicianos hacia Siria y Ucrania. Así lo ha informado este lunes el Centro de Relaciones Públicas del FSB, quien ha incidido en que el organizador del grupo había logrado organizar una “extensa red interregional” para el “apoyo” de Estado Islámico, recoge la agencia de noticias TASS.
La organización se dedicaría al traslado de milicianos desde varios puntos de la geografía rusa, especialmente en el sector occidental, hasta Siria o Ucrania para allí combatir contra las Fuerzas Armadas de Rusia. De acuerdo con el organismo de seguridad ruso, por el momento se ha certificado la detención del organizador del grupo criminal y de otros diez miembros, que han sido puestos ya bajo custodia de las autoridades competentes.
Las operaciones de detención se han llevado a cabo en las repúblicas de Daguestán, Chechenia, en la región de Tiumen o el distrito de Janti-Mansi. Las autoridades han incautado también herramientas de comunicación, fotografías e incluso vídeos sobre la participación de estos miembros en las hostilidades en Siria del lado de Estado Islámico.
Detenciones en Turquía
Las fuerzas de seguridad de Turquía han detenido este martes a nueve personas por sus presuntos lazos con el grupo yihadista Estado Islámico en el marco de una serie de operaciones llevadas a cabo en la capital del país, Ankara. Fuentes de seguridad citadas por la agencia estatal turca de noticias, Anatolia, han apuntado que los sospechosos habrían mantenido contacto con terroristas en zonas en conflicto. Durante las operaciones se han incautado materiales y documentos del grupo.
Estado Islámico confirmó en noviembre la muerte de Abú al Hasán al Hashemi al Quraishi, quien había asumido el cargo en marzo tras la muerte de Abú Ibrahim al Hashimi al Quraishi durante una operación llevada a cabo por las fuerzas especiales estadounidenses en la provincia siria de Idlib (noroeste).
Tras ello, portavoz del Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM), Joe Buccino, indicó que Abú al Hasán murió a mediados de octubre durante una operación del Ejército Libre Sirio (ELS) --respaldado por Turquía-- en la provincia siria de Daraa (sur), en lo que describió como “otro golpe” al grupo terrorista, que ha perdido a tres líderes desde la muerte en 2019 de Abú Bakr al Baghdadi.
Irak abatió más de 200 miembros
El Ejército de Irak ha cifrado en más de 200 los miembros del grupo yihadista Estado Islámico muertos en operaciones llevadas a cabo durante este año, al tiempo que ha subrayado que el número de yihadistas presentes en el país “es bajo”.
“Más de 200 terroristas han muerto en ataques aéreos, siendo la mayoría de ellos altos cargos de Estado Islámico”, ha dicho el portavoz del Mando de Operaciones Conjuntas, Tahsin al Jafaji, en declaraciones concedidas a la cadena de televisión kurda Rudaw.
Así, ha especificado que los integrantes del grupo yihadista que siguen operativos “son iraquíes”, sin dar más detalles. Estado Islámico ha perpetrado varios ataques en las últimas semanas que han dejado más de una decena de militares muertos, en un repunte de sus actividades.
Por otra parte, el jefe de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), Mazlum Abdi, advirtió el lunes de que el grupo yihadista está acometiendo “peligrosos preparativos” en la ciudad siria de Raqqa (norte), después de la muerte de seis miembros de las FDS en un ataque perpetrado el lunes.
Lea también: Taiwán decide ampliar el servicio militar obligatorio ante la amenaza de China
“Los movimientos de los terroristas coinciden con las amenazas de Turquía sobre atacar la seguridad y la estabilidad de la región”, ha manifestado a través de su cuenta en la red social Twitter. “Información recibida desde Raqqa apunta a peligrosos preparativos por parte de Estado Islámico. No debemos tolerarlo”, ha zanjado.
Las FDS suspendieron temporalmente las operaciones conjuntas con Estados Unidos contra Estado Islámico a causa de los bombardeos turcos contra sus posiciones. Turquía lanzó el 21 de noviembre la operación ‘Garra Espada’, una campaña de bombardeos contra grupos kurdos tras el atentado con bomba perpetrado el 13 de noviembre en la ciudad turca de Estambul, que dejó seis muertos y más de 80 heridos.
El Gobierno turco ha acusado del atentado en Estambul al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y ha dicho que la principal sospechosa había recibido órdenes de las milicias kurdo-siria Unidades de Protección Popular (YPG) --principal elemento de las FDS--, si bien tanto el PKK como las FDS se han desvinculado del ataque.
Fuente: AFP/Europa Press.