Las residencias de ancianos de China están librando una ardua batalla para proteger a sus residentes de la ola de infecciones por coronavirus que azota el país, tras la relajación de la política de COVID cero. Muchas de ellas se aíslan del mundo exterior y obligan a su personal a dormir in situ, mientras intentan conseguir medicamentos como sea.
Las autoridades han advertido de que el número de casos podría aumentar rápidamente. Zhou Jian, un funcionario del Ministerio de Industria dijo el miércoles que el país está “haciendo todo lo posible para aumentar la producción de medicamentos esenciales”.
Los expertos temen que China esté mal equipada para hacer frente a la nueva ola de infecciones a medida que el país abandona las estrictas medidas sanitarias que aplicaba hasta ahora, con millones de ancianos vulnerables que aún no han recibido todas sus dosis de la vacuna.
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Las residencias de ancianos se han quedado solas, dice el director de un centro privado de Pekín, que pidió el anonimato. Según él, su centro está “completamente cerrado” y solo se permite la entrada de alimentos y mercancías. Nadie puede entrar ni salir del edificio.
El centro encargó suministros médicos “a un precio elevado”, pero una semana después aún no habían llegado, dijo. Además la red de transporte de la ciudad tiene problemas por los casos de Covid entre el personal de reparto.
Según el responsable de la residencia, es imposible mantener el virus a raya indefinidamente. “Los mensajeros y repartidores son casi todos positivos por Covid”, asegura. “Aunque desinfectes o tires todos los envases exteriores, no puedes rociar con desinfectante todos los alimentos que entran”.
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Hospitales bajo presión
Muchas residencias de ancianos chinos llevan ya semanas aisladas por las directivas de los gobiernos locales, como la residencia de ancianos Yuecheng de Pekín, que la semana pasada informó de que llevaba casi 60 días aislada. En Shanghái, la residencia Xiangfu explicó esta semana que continuaría con su “gestión a puerta cerrada”, obligando a todos los empleados a dormir en las instalaciones y sometiéndolos a test todos los días.
“En un momento en que la sociedad está optimizando las políticas de prevención y control, nuestra residencia de ancianos debe mantener sobre todo un alto nivel de vigilancia”, señaló el centro en un comunicado.
El número de ingresos en las unidades de enfermedades infecciosas aumentó en los días posteriores al levantamiento de las restricciones en China la semana pasada. La Organización Mundial de la Salud afirma que el virus ya se estaba extendiendo en el país y que “las medidas de control por sí solas no habían detenido la enfermedad”. Desde el repentino abandono de la estricta política de “Covid cero”, las empresas de pompas fúnebres de la capital experimentaron un aumento del negocio, informaron a la AFP.
Fuente: AFP.