La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, ha denunciado que las palabras del papa Francisco sobre chechenos y buriatos demuestran no solo su “rusofobia”, sino también una “escandalosa perversión de la verdad”.

“Esto ya no es rusofobia, sino una perversión. Recuerden que en los años noventa y principios de los 2000 nos dijeron exactamente lo contrario: que son rusos, eslavos (los) que estaban torturando a los pueblos del Cáucaso, y ahora se nos dice que son los pueblos del Cáucaso los que están torturando a los rusos”, ha expresado, según ha recogido la agencia de noticias TASS.

Zajarova se refería a las palabras del Papa en las que ha asegurado que los “más crueles” en el marco de la guerra son los “chechenos y los buriatos”, aludiendo a aquellos que viven en Rusia, pero no tienen una tradición rusa.

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“No es necesario que ponga el nombre y el apellido. ¿Por qué no nombré a (el presidente, Vladimir) Putin? Porque no era necesario, ya se sabía. Todos saben cuál es mi postura, con Putin o sin Putin, sin nombrarlo”, ha expresado el papa Francisco.

El Papa también ha explicado que ha hablado tres veces por teléfono con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski: “Pensé en viajar, pero tomé la decisión: si viajo, voy a Moscú y a Kiev, a las dos, no a un solo lugar”.

Detienen a sacerdotes católicos

La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AEC) ha denunciado “con profunda consternación” la detención de dos sacerdotes católicos por parte de las milicias rusas destinados en la ciudad portuaria de Berdyansk, en el sureste de Ucrania, ocupada por Rusia desde febrero del 2022.

“Los Padres Redentoristas, detenidos por las milicias rusas, prestaban atención pastoral a las parroquias católicas griegas y de rito latino, y son de los pocos que quedan en los territorios ocupados”, asegura la organización católica en un comunicado.

Se trata del sacerdote Iván Levitskyi C.SS.R., párroco de la iglesia de la Natividad de la Virgen María de la ciudad de Berdyansk, y el sacerdote Bohdan Heleta C.SS.R., capellán de la misma iglesia, que fueron supuestamente detenidos en un centro de detención preventiva de Berdyansk por las milicias rusas y acusados de preparar un acto terrorista.

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El obispo del exarcado de Donetsk de la Iglesia greco-católica ucraniana, monseñor Stepan Meniok, ha denunciado que la detención es “infundada e ilegal” y que las acusaciones de posesión de armas y explosivos por parte de los sacerdotes son “falsas”. Para Meniok, se trata de una maniobra organizada con fines propagandísticos. “Los sacerdotes llevan más de tres años en el ministerio sacerdotal y ejercen legítimamente su actividad pastoral en la parroquia local, proclamando un mensaje de paz para todos”, ha explicado.

Así, explica que, en el momento del registro de la iglesia, de la rectoría y de los locales técnicos de la parroquia, ambos sacerdotes ya estaban detenidos, “lo que significa que ya no tenían ningún tipo de control sobre las instalaciones, ni sobre las acciones de la Rosguard (Guardia Nacional Rusa)”.

Por su parte, ACS muestra su “gran preocupación” ante los hechos “dados los repetidos informes sobre el desprecio de los principios básicos de los derechos humanos por parte de los servicios especiales rusos, es decir, los que detuvieron a los clérigos”.

Fuente: Europa Press.

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