El representante del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva, Fernando Haddad, durante un encuentro con los bancos aseguró ayer viernes que el próximo gobierno dará prioridad a la reforma tributaria, aunque no hizo mención al ancla fiscal para el equilibrio de cuentas que se discute al amparo de la Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC).
“Necesitamos, entonces, volver a encarrilar, ¿cómo se genera el Estado? Recordando que ya tuvimos gobiernos que manejaron bien los asuntos públicos, gobiernos que lograron producir resultados expresivos desde el punto de vista del crecimiento, la distribución del ingreso, el control de la inflación, el control de la deuda, incluso sin aumentar la carga tributaria”, destacó Haddad, según recoge G1.
Sin embargo, tal y como recoge el mismo medio, los inversores reprocharon que a su pronunciamiento le faltan signos más concretos de control de las cuentas públicas y los mercados han reaccionado rápido de manera que la bolsa cerró con una caída del 2,55%.
Por el momento, hasta la toma de posesión de enero, el nudo de las tareas del próximo ejecutivo del presidente electo, que se recupera de una operación de garganta, es conseguir los apoyos para llevar a cabo la PEC de Transición. En concreto, Lula busca conseguir ampliar el presupuesto destinado a programas sociales.
En ese contexto hay que señalar que el gobierno electo está ante un desafío inmediato que es garantizar recursos para cumplir promesas de campaña, como la manutención del Auxilio Brasil, antiguo Bolsa Familia, en 600 reales –118 dólares–.
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Fuente: Europa Press-AFP.