Un paraguayo de 41 años fue asesinado de 11 tiros, este miércoles pasado, cuando circulaba en su vehículo junto a su hija en la ciudad de Moreno, de la provincia de Buenos Aires (Argentina). La víctima identificada como Hugo Brítez, oriundo de Alto Paraná, fue interceptada por dos sicarios desde una moto y se maneja que sería un presunto ajuste de cuentas del narcotráfico.
El ataque ocurrió a plena luz del día y los asesinos contaron con la colaboración de dos cómplices que circulaban a bordo de un Volkswagen Suran negro, que cerraron el paso a la víctima. El altoparanaense conducía un viejo Ford Escort rojo, acompañado de su hija de 15 años, hasta que fue alcanzado por los sicarios en la esquina de Portugal y Gorriti, en la localidad de Cuartel V, de Moreno.
Según el reporte de la Comisaría 4ta. de Moreno, once disparos impactaron en el cuerpo de Brítez. Cuatro en su cráneo y su cara, otros cuatro en el pecho, otros dos en el glúteo izquierdo, uno en el brazo izquierdo. En la escena se contaron 15 vainas servidas.
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De acuerdo a Infobae, la menor que acompañaba a Brítez, también paraguaya, afirmó que la víctima vendía droga, que tenía conflictos de vieja data con otros narcotraficantes. El caso, a cargo del fiscal Gabriel López, esperaba el informe de autopsia para determinar su identidad debido a un curioso homónimo hallado en una causa de Río Negro.
El medio argentino también señaló que la identidad encontrada refiere a un hombre que estuvo preso en la cárcel de Esquel, condenado en junio de 2020 a cinco años y seis meses por mover 25 kilos de marihuana en la zona sur del Conurbano porteño, en 2018 y que involucró a otros cinco cómplices. El homónimo recibió la libertad condicional en 2020, poco después de la condena.
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