Tras su victoria el lunes en la carrera por liderar el partido conservador británico, Rishi Sunak se convertirá en el primer jefe de gobierno no blanco al mando de un país ex imperial que un día gobernó en India, buena parte de África y otras muchas partes del planeta.
Ocurrió al principio de Diwali, el festival hindú de la luz que celebra el triunfo del bien sobre el mal, para algunos con mentalidad religiosa, una coincidencia escrita en las estrellas. El primer ministro indio, el nacionalista hindú Narendra Modi, lo felicitó en Twitter mientras extendía sus deseos a toda la comunidad india de Reino Unido.
El éxito de Sunak, nacido en el Reino Unido, también cruzó el Atlántico. Ro Khanna, congresista demócrata de California, recordó que su propio abuelo luchó durante años contra el mandato británico en India. “Es notable ver a @RishiSunak, un británico indio de fe hindú, convertirse en primer ministro en Diwali. Independientemente de la política, es un paso simbólico para ir más allá de un mundo de colonizadores”, tuiteó.
Leé también: Cadena perpetua para asesinos de empleada de consulado de EEUU en Ciudad Juárez
Pero para muchos asiáticos de Reino Unido, y para el país en general, la llegada de alguien no blanco al cargo de primer ministro es tan importante como su credo económico. “Es un gran día para la comunidad india. Pero más aún es un momento en el que miramos hacia atrás y pensamos ‘¿cómo podemos avanzar desde aquí?’”, dijo a la AFP Kirtan Patel, analista financiero, de visita en un templo hindú en el distrito de londinense de Neasden con motivo de Diwali.
Anand Menon, profesor de Política del King’s College de Londres, considera que la etnia de Sunak es algo “realmente importante”, si bien “lo que me tranquiliza, en realidad, es los pocos comentarios que ha suscitado, en el sentido de que parece que lo hemos normalizado”, dijo a la BBC. Pero aunque ahora parezca “normalizado”, un primer ministro británico negro o, simplemente, no blanco, habría sido inimaginable hace solo unos años.
A finales de los años sesenta, muchos británicos estaban de acuerdo con el agitador conservador Enoch Powell, quien advirtió de una guerra civil racial si continuaba la inmigración masiva del antiguo Imperio. Cuando Sunak nació en 1980, no había habido diputados de origen asiático o africano en el país desde la Segunda Guerra Mundial. Un puñado fueron elegidos para el partido de oposición laborista, pero los conservadores aún no tenían a ninguno entre sus filas cuando Sunak se graduó en Oxford en 2001.
Hoy, “la mayoría de la gente en Reino Unido dice, con razón, que la etnia y la fe del primer ministro no deberían importar”, asegura Sunder Katwala, director del centro de estudios sobre demografía British Future. “Juzgarán si puede controlar el caos en Westminster, ordenar las finanzas públicas y restaurar la integridad de la política”, dice, aunque “no debemos subestimar este importante cambio social”.
Oxford aún manda
La acogida de Sunak entre los sudasiáticos viene marcada por la percepción sobre otros políticos conservadores como Priti Patel, primera ministra de Interior de etnia india del país. Fue Patel la que decidió enviar a potenciales refugiados con un boleto de ida a Ruanda, pese a que su propia familia escapó de la persecución bajo el dictador ugandés Idi Amin.
Cuando se anunció el nombramiento de Sunak, Patel tuiteó imágenes de una visita a un templo hindú por Diwali, declarando: “Es un momento para la autorreflexión, la familia, los amigos y el servicio a los demás”. “Un período de auto-reflexión te haría bien”, fue uno de los tuits más educados en respuesta.
Con el tiempo, los conservadores han sostenido y aupado a políticos de etnia india y a mujeres en mayor medida que los laboristas. Y, a menudo, estos exceden a sus colegas blancos en políticas de línea dura. Pudo verse también con la efímera sucesora de Patel, Suella Braverman, también de familia india, y cuyas posturas sirvieron para hundir las esperanzas de un acuerdo de libre comercio entre el Reino Unido e India para Diwali.
Muchos observadores creen que en el partido conservador faltan puntos de vista distintos, dada la educación de élite -muchos en Oxford- que recibieron todos los primeros ministros de la posguerra. Aunque el nombramiento de Sunak “cuenta una historia importante sobre nuestra sociedad”, sobre su pasado y su futuro, “espero que sea consciente de que no todo el mundo ha tenido sus privilegios en la vida”, dice Katwala. “La llegada de Rishi Sunak a Downing Street no convierte a Reino Unido en una perfecta meritocracia”.
Fuente: AFP.