Un hombre armado mató este jueves a cinco personas, entre ellas un policía fuera de servicio, e hirió a varias más en Raleigh, en el sureste de Estados Unidos, anunció por la noche la alcaldesa de esta ciudad.
En conferencia de prensa por la noche, la alcaldesa de la ciudad, Mary-Ann Baldwin, detalló que “aproximadamente a las 20:00, la policía de Raleigh había indicado que rodeó a un sospechoso en una vivienda del área”. Poco después la policía de la ciudad escribió en Twitter: “El sospechoso ha sido detenido”.
Entre los heridos, cuyo número se desconoce de momento, se encuentra un policía de la unidad canina que está fuera de peligro de muerte, según Baldwin. Los primeros disparos se produjeron poco después de las 17:00 (21:00 GMT, ndlr), en un paseo peatonal de la ciudad de casi 500.000 habitantes, capital de Carolina del Norte.
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Según medios locales, enseguida se desplegó un gran contingente con fuerzas de seguridad para dar con el autor del tiroteo. “Lo vi pasar frente a mi casa, en el jardín. Tenía un rifle de caza de cañón largo y estaba vestido con camuflaje”, dijo a la cadena local WRAL un testigo que no quiso dar su apellido y se identificó como Robert.
La alcaldesa, visiblemente molesta, dijo: “debemos hacer más”, en referencia a los tiroteos que regularmente suceden en Estados Unidos, donde la difusión de armas de fuego y facilidad de acceso son tema de constante debate nacional.
Violencia armada
“Debemos poner fin a esta violencia desenfrenada en Estados Unidos. Debemos responder a la violencia armada. Nuestra tarea es inmensa. Y esta noche nuestro luto es inmenso”, lamentó. Unas 49.000 personas fueron asesinadas con armas de fuego en 2021 en el país, contra 45.000 en 2020, lo que ya marcaba un récord. El equivalente de 130 decesos diarios, la mitad suicidios.
Pero son los tiroteos con muchas víctimas los que conmocionan cada tanto al país y a la vez ilustran la brecha ideológica entre conservadores y progresistas sobre cómo prevenir este tipo de tragedias. La historia reciente estadounidense está marcada por masacres periódicas que fomentan la idea de que ningún sitio de la vida cotidiana es seguro.
La masacre cometida en una escuela secundaria de Florida, el 14 de febrero de 2018 en Parkland, desencadenó un amplio movimiento nacional, con jóvenes como precursores, para exigir una supervisión más estricta de las armas en Estados Unidos.
Sin embargo, el Congreso estadounidense no ha apostado por una legislación ambiciosa, y muchos congresistas yacen bajo la influencia de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA), el principal lobby armamentista del país. Los únicos avances legislativos recientes siguen siendo marginales, y se han mantenido en la verificación de los antecedentes penales y psiquiátricos por encima de la compra de armas.
Fuente: AFP.