El presidente de Chile, Gabriel Boric, comienza este lunes la búsqueda de un nuevo proceso para reformar la Constitución vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), tras el rechazo masivo a un nuevo texto considerado demasiado radical por parte de la población.
La resaca electoral tras el referéndum del domingo dejó un mensaje claro de la ciudadanía: la propuesta de Carta Magna elaborada por una Convención Constitucional, formada por 154 constituyentes elegidos de forma paritaria y con escaños indígenas reservados, no convenció a la población. El “Rechazo” se impuso con 61,86% de los votos frente al 38,14% del “Apruebo”, tras escrutarse más del 99,99% de los sufragios.
Fue una jornada con una participación histórica de casi 13 millones de electores de un total de 15,1 millones convocados a votar de forma obligatoria. “Propuesta constitucional de la Convención es ampliamente rechazada”, tituló este lunes el diario conservador El Mercurio. “Amplio triunfo del Rechazo acota incertidumbre y mejora perspectivas para 2023″, señala en su apartado económico el periódico La Tercera.
Escuchar la voz del pueblo
El proyecto mantenía una economía de mercado, pero aspiraba a consagrar un nuevo catálogo de derechos sociales en materia de salud, aborto, educación y pensiones, con énfasis medioambiental y una “plurinacionalidad” indígena. “Como presidente, recojo con humildad este mensaje y lo hago propio. Hay que escuchar la voz del pueblo”, dijo el izquierdista Boric en un mensaje a la nación, tras anunciarse el resultado de inesperada contundencia.
El mandatario advirtió sin embargo que la redacción de una nueva Carta Magna fue la salida a un “malestar (que) sigue latente” y que Chile no puede ignorar, en referencia al estallido social de 2019. Como ya lo había adelantado semanas atrás, Boric se comprometió de inmediato a impulsar rápidamente un nuevo proceso constituyente que tocará a los legisladores dirigir.
“Encontrar un camino rápido hacia adelante beneficiaría al gobierno, que ha recibido un duro golpe de los resultados de anoche”, afirmó Mariano Machado, analista de riesgos de Verisk Maplecorf. Con el triunfo aplastante en contra de la propuesta constitucional, la actual Carta Magna elaborada en 1980 sigue vigente, aunque la mayoría de votantes, líderes políticos y organizaciones sociales coinciden en que Chile quiere una nueva Constitución.
“Dado el nivel de incertidumbre y la distancia ideológica entre los campos, es muy probable que haya un punto muerto en la búsqueda de un “plan B”', señala Machado. En su mensaje a la nación, con tono sereno, Boric llamó a las fuerzas políticas a “poner a Chile por delante”. El presidente de 36 años aseguró que para atender las demandas reclamadas en las calles, “el Congreso Nacional deberá ser el gran protagonista”.
El Parlamento con sede en Valparaíso está integrado en un 50% por la derecha. El resto se reparte entre independientes, socialistas y democratacristianos, también fraccionados en este proceso constituyente. “Las opciones van desde reiniciar un proceso constituyente completo hasta reformas fragmentarias a través del Congreso. Un término medio, en el que un comité especializado asesoraría al Congreso, está ganando terreno”, concreta Machado.
Triunfo “demoledor”
“Es demoledor, nunca pensamos, ni en el mejor de los escenarios, que íbamos a lograr esta diferencia. Así que muy contento y esperanzado por el Chile que viene. Espero que se bajen las tensiones”, dijo a la AFP Pablo Valdés, un abogado de 43 años, en medio de la celebración de los seguidores del “Rechazo”.
El “Rechazo” salió ganador en todas las regiones de Chile. Apenas en 8 de 346 municipios en el país austral hubo mayoría en favor de la propuesta constitucional. El “Apruebo” venció en el voto desde el extranjero, donde casi 100.000 chilenos estaban llamados a las urnas, en este caso de forma voluntaria.
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Los opositores al cambio constitucional salieron a festejar en las calles y en caravanas de automóviles con banderas de Chile por primera vez desde que empezó la campaña electoral en julio. “Presidente Boric: esta derrota es también su derrota”, dijo el excandidato de ultraderecha a la presidencia José Antonio Kast.
La realización del referéndum sobre una nueva Carta Magna, tras la gran revuelta social de 2019 en reclamo de mayor justicia social, había contado con el apoyo de casi 80% de los electores que votaron en un plebiscito en octubre de 2020 que lanzó el proceso constituyente.
La contundente victoria del rechazo se explica por el temor de una gran mayoría de que la propuesta constitucional anulara del todo a la oposición política, además de la falta de gradualidad en la implementación de las medidas que se proponían, explicó a la AFP el analista Marcello Mella, de la Universidad de Santiago.
Fuente: AFP.