Este domingo, a las 8:00, comenzó la votación sobre el proyecto de Constitución en Chile, elaborado por la Convención Constitucional tras casi un año de trabajo. Las urnas cerrarán diez horas después, con la posibilidad de ampliar el horario si hay colas de votantes. Más de 15 millones de chilenos están llamados a participar en este proceso en el que el voto es obligatorio, incluidos los chilenos residentes en el extranjero.
El Servicio Electoral de Chile (Servel) también organizó la jornada para que puedan participar los ciudadanos expatriados. España es el segundo país con más potenciales votantes, más de 11.600, solo por detrás de Estados Unidos. El proceso de votación ya comenzó en ciudades como Viena, Dublín, Londres, Ámsterdam o Estocolmo.
El Servel establece que ningún colegio podrá cerrar después de la medianoche en Chile y prevé empezar a publicar los resultados este mismo domingo, a medida que estén disponibles tras el cierre de los centros de votación. Los votantes responderán a esta pregunta: “¿Aprueba usted el texto de nueva Constitución propuesto por la Convención Constitucional?”.
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Según el texto propuesto, el Estado de Chile pasa a ser considerado como “plurinacional”, se contempla el derecho de las poblaciones indígenas a opinar sobre asuntos que les afecten y se ponen por escrito derechos sobre el aborto, sin nombrarlo expresamente, o en materia de vivienda.
Las reformas se extienden también a algunas de la principales instituciones, con un cambio estructural en el sistema judicial y la desaparición del Senado, reconvertido en una Cámara de Representantes en caso de que triunfe el “apruebo”.
Boric no convence
El propio Boric hizo campaña a favor de la aprobación del nuevo borrador, sobre el que tiene “una buena opinión”, a pesar de que asume que “siempre hay cosas que se pueden mejorar”, como él mismo reconoció esta semana en una entrevista publicada por la revista estadounidense Time.
El presidente reconoció durante todo el proceso de redacción la aparente desafección de la ciudadanía que ya reflejaban los sondeos, que terminó por traducirse en una ventaja del “rechazo”. Las encuestas conceden a esta opción una ventaja de hasta diez puntos, si bien no se publicó ningún sondeo desde el 20 de agosto.
Numerosos rostros públicos se sumaron a la campaña a favor del cambio, como la expresidenta chilena Michelle Bachelet. El antiguo mandatario Sebastián Piñera, en cambio, guarda silencio, aunque su entorno hizo saber a los medios locales que se inclina por el “no”.
Si triunfa la aprobación, supondrá la derogación inmediata de la Constitución redactada en 1980, al margen de que la nueva Carta Magna pueda estar abierta a cambios. El Gobierno ya adelantó que buscará una reforma para plantear, por ejemplo, que el presidente de Chile no pueda presentarse a la reelección.
La victoria del rechazo, en cambio, deja todo tal como está. Sin embargo, Boric descartó que suponga volver a la casilla de salida y opta, en cambio, por volver al plebiscito del 2020, ya que considera que el mandato de entonces “sigue vigente”.
“Si eventualmente llegara a ganar el rechazo, que es legítimo, hay que continuar con ese mandato del pueblo”, declaró a Time, lo que pasaría por poner de nuevo en marcha la convocatoria de una nueva Convención Constituyente. “No es un capricho”, incidió.
Fuente: Europa Press.