El jefe de la Agencia Nacional de Policía de Japón, Itaru Nakamura, ha anunciado este jueves su dimisión para asumir su responsabilidad por el asesinato del ex primer ministro de Japón Shinzo Abe, que murió en julio tras ser tiroteado en un acto de campaña en la ciudad japonesa de Nara.
Nakamura ha explicado en una rueda de prensa que ha presentado una carta de renuncia a la Comisión Nacional de Seguridad Pública, al tiempo que ha lamentado que la Policía no protegiera a Abe en el momento del tiroteo, según ha recogido el diario ‘The Japan Times’.
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“A medida que avanzamos en los nuevos procedimientos sobre seguridad, es algo natural hacerlo con un nuevo equipo de personas”, ha explicado el jefe de la Agencia Nacional de Policía de Japón, tal y como ha informado Kyodo News.
El asesino confeso, Tetsuya Yamagami, detenido en el lugar del crimen había señalado al político japonés por fomentar a la Iglesia de la Unificación, que acabó arruinando a su madre por el exceso de donativos que ella les entregaba, según recabaron fuentes próximas a la investigación.
La Iglesia de la Unificación, cuestionada en anteriores ocasiones por su sistema de donaciones, aseguró anteriormente que llevó a cabo una reforma interna en 2009, cuando su jefe admitió problemas a la hora de cumplir con la legislación vigente.
Sin embargo, varios miembros de esta iglesia, fundada en Corea del Sur en 1954, han sido detenidos en Japón por amenazas para obtener financiación tales como el uso de “karma ancestral”. La madre del asesino de Abe, un exmilitar, supuestamente debía dinero a esta organización religiosa.
Fuente: Europa Press.