La Comisión Europea recortó este jueves de 2,7% a 2,6% su expectativa de crecimiento económico este año en la eurozona, y elevó de 6,1% a 7,6% su previsión de inflación anual, a raíz del fuerte impacto de la guerra en Ucrania.
En sus previsiones económicas del verano boreal la Comisión Europea recortó también las expectativas para 2023 -con una previsión de crecimiento de 1,4% y una inflación de 4%- y advirtió que la situación podría agravarse aún más en caso de interrupción de abastecimiento del gas ruso.
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El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, apuntó que el impulso conseguido por la reapertura luego de las restricciones sanitarias “apuntalará el crecimiento anual en 2022, pero para 2023 hemos revisado notablemente a la baja nuestro pronóstico”.
Podría empeorar
De acuerdo con Gentiloni, para “navegar en estas aguas turbulentas, Europa debe mostrar liderazgo, con tres palabras que definen nuestras políticas: solidaridad, sostenibilidad y seguridad”. En su informe la Comisión advirtió que la situación podría empeorar si Rusia corta el suministro de gas, ya que Europa sigue dependiendo en gran medida de los hidrocarburos rusos.
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De acuerdo con la Comisión los riesgos para la trayectoria del crecimiento y la inflación “dependen en gran medida de la evolución de la guerra y, en particular, de sus implicancias para el suministro de gas a Europa”. “Como se desconoce la evolución de la guerra [en Ucrania] y la fiabilidad del suministro de gas, esta previsión está sujeta a una gran incertidumbre y a riesgos a la baja”, apuntó Gentiloni en un comunicado de prensa.
La ofensiva militar de Rusia en Ucrania ejerce “una presión adicional al alza sobre los precios de la energía y los alimentos básicos”, en una situación que erosionan el poder adquisitivo de los hogares, apuntó la Comisión Europea.
Fuente: AFP.