Manifestantes indígenas bloquearon carreteras en Ecuador el lunes, en el primer día de protestas indefinidas convocadas contra el gobierno del presidente conservador Guillermo Lasso para reclamar por el alza de los combustibles y el desempleo en el país petrolero.
La manifestación a nivel nacional arrancó en un gélido amanecer con barricadas y llantas envueltas en fuego para impedir el paso de vehículos. Se registraron bloqueos en al menos diez de las 24 provincias de Ecuador, y el acceso a Quito fue temporalmente cortado, dijeron las autoridades.
La protesta fue convocada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), la mayor organización indígena de Ecuador y responsable de revueltas que derrocaron tres presidentes entre 1997 y 2005. “Es nuestra manifestación contundente hasta que el gobierno escuche”, declaró a la AFP Manuel Cocha, un campesino indígena que protestaba a la altura del poblado San Juan de Pastocalle en la Panamericana Sur, la principal ruta de acceso a Quito.
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Tras una jornada sin incidentes, leves enfrentamientos entre policías y estudiantes se registraron en la tarde en la capital. Seis alumnos de un colegio capitalino fueron retenidos temporalmente por participar en “actos vandálicos”, según las autoridades. Una marcha de estudiantes universitarios también derivó en un intercambio de pedradas y gas lacrimógeno, constató la AFP.
Al llegar al centro colonial capitalino, donde está ubicada la sede presidencial, los manifestantes “empezaron a vandalizar” y la policía los “dispersó”, señaló a la prensa el ministro del Interior, Patricio Carillo. Pero no hubo detenidos en todo el país, dijo.
Las fuerzas policiales reabrieron los accesos bloqueados y el ministro de Defensa, Luis Lara, dijo que las zonas petroleras y otras áreas estratégicas estaban “bajo control”. El crudo es el principal producto de exportación de Ecuador.
Movilizaciones seguirán
Carrillo estimó que unas 3.800 personas participaron en las manifestaciones a nivel nacional, concentrándose en Pichincha -cuya capital es Quito- y sus vecinas Cotopaxi (sur) e Imbabura (norte). Lasso advirtió el domingo que su gobierno impedirá que “grupos políticos (...) paralicen nuevamente al país”.
Pero el titular de la opositora Conaie, Leonidas Iza, manifestó que el Ejecutivo está “minimizando” las protestas y advirtió que éstas seguirán de manera “indefinida”. En octubre pasado, Lasso -un exbanquero de derecha que lleva un año en el poder- aumentó el precio de los combustibles antes de congelarlos. La medida avivó el descontento de los pueblos originarios, que componen al menos un millón de los 17,7 millones de ecuatorianos.
La Conaie, que ha sostenido varios diálogos infructuosos con el gobierno, reclama que las cotizaciones se reduzcan a 1,50 dólares para el galón de 3,78 litros de diésel y a 2,10 para la gasolina de 85 octanos. Entre mayo de 2020 y octubre de 2021, los precios eran revisados mensualmente, por lo que el diésel casi se duplicó (de 1 a 1,90 dólares) y la gasolina corriente subió un 46% (de 1,75 a 2,55).
La Conaie además protesta por la falta de empleo y la entrega de concesiones mineras en territorios nativos, así como reclama el control de precios de los productos agrícolas, la renegociación de deudas de campesinos con la banca y una moratoria de al menos un año para pagarlas. Iza dijo en Twitter que entregaron “de manera formal” en la Presidencia “las 10 demandas y propuestas que esperan respuesta”.
Antecedentes
La Conaie lideró en 2019 violentas manifestaciones durante más de una semana, que dejaron once muertos. Entonces, el exmandatario Lenín Moreno debió dar marcha atrás en un plan para eliminar millonarios subsidios de los combustibles. “Un día paralizado es un día perdido. No hay razón para una protesta violenta, las familias ecuatorianas merecen vivir con seguridad y paz”, escribió en Twitter Lasso, cuyo gobierno está abierto a conversar.
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El gobierno indicó que hubo algunos acercamientos durante la jornada con grupos de manifestantes para entablar una conversación. “Ha habido algunos acercamientos esporádicos, pero todavía no tenemos ninguna conversación formal”, expresó el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez.
“Ya hemos dialogado tres veces. No creo que la movilización sea para un diálogo, la movilización es para tener respuestas concretas”, dijo Iza al ser consultado por la AFP sobre la posibilidad retomar las negociaciones.
Fuente: AFP.