El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció este lunes un conjunto de propuestas para reducir impuestos a los combustibles e intentar disminuir los elevados precios, a cuatro meses de las elecciones en las que buscará un segundo mandato.
Los combustibles han sido el principal impulso de la inflación, que acumuló 12,13% en 12 meses hasta abril y es considerada el mayor obstáculo para el mandatario ultraderechista, que va segundo en las encuestas. “Sabemos lo que está ocurriendo con los combustibles, un problema con el que todos sufren, en especial los más humildes”, dijo Bolsonaro en una conferencia de prensa en Brasilia junto a su equipo económico y los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados.
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Entre las propuestas del Ejecutivo -sujetas a negociaciones con el Congreso Nacional y los gobiernos regionales- está la reducción de impuestos federales y la compensación a los gobernadores para que reduzcan sus impuestos locales. “Si el problema es la pérdida de recaudación [de los gobiernos regionales], ¡nosotros pagamos la cuenta!”, tuiteó el mandatario poco después del anuncio.
Sin ahondar en detalles, el ministro de Economía, Paulo Guedes, dijo a periodistas que esto puede costarle al gobierno “entre 25.000 millones y 50.000 millones de reales” (hasta US$ 10.400 millones). La propuesta del gobierno está sujeta a la aprobación de un proyecto de ley que ya está tramitando en el Congreso y de una enmienda constitucional que requiere tres quintas partes de los votos en ambas cámaras y que aún no fue presentada.
En los 12 meses transcurridos hasta abril los combustibles subieron 33,24%. La gasolina aumentó 31,22% y el diésel, que impacta directamente en el transporte de mercancías y por lo tanto en sus precios, trepó 53,58% en ese período.
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El crecimiento constante del precio de los combustibles -debido al aumento internacional del crudo, disparado recientemente por la guerra en Ucrania- viene ejerciendo una fuerte presión sobre Bolsonaro, que ya destituyó a tres presidentes de la estatal Petrobras en lo que va de su mandato, iniciado en 2019.
Según un sondeo de mayo del Instituto Datafolha, Bolsonaro tiene 27% de las intenciones de voto para octubre, frente a un 48% del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. En una eventual segunda vuelta, Lula sacaría a Bolsonaro 25 puntos (58% a 33%), según esa encuesta.
Fuente: AFP.