La Unión Europea (UE) acordó la noche del lunes aplicar un embargo a “más de dos tercios” de sus compras de petróleo ruso para cortar el financiamiento de la “maquinaria de guerra” de Moscú, cuyas fuerzas avanzan en la región del Donbás, en el este de Ucrania.

El acuerdo busca aplicar “presión máxima a Rusia para terminar la guerra” iniciada hace más de tres meses en Ucrania, dijo en Twitter el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. El sexto paquete de sanciones europeas afecta al petróleo y derivados que llegan a la UE en forma marítima, “con una excepción temporal” que permitirá a Hungría, altamente dependiente del petróleo ruso y opuesto a un embargo total, continuar recibiendo crudo por un oleoducto.

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Asimismo, aplica sanciones contra nuevos funcionarios y excluye a Sberbank, el mayor banco ruso, de la red SWIFT, con lo cual son siete los bancos rusos removidos del acceso a esa red interbancaria. Reunidos en Bruselas, los gobernantes de los 27 países miembros de la UE también acordaron enviar a Ucrania 9.000 millones de euros (US$ 9.630 millones) para apoyar su economía, anunció Michel.

El gobierno ucraniano estima sus necesidades más urgentes en unos 5.000 millones de euros por mes. Los financiamientos europeos se realizarán mediante préstamos con tasas de interés especiales, precisó una fuente europea.

Frente militar

En el frente militar la situación sigue muy complicada en el este de Ucrania, donde las fuerzas rusas prosiguen su ofensiva en Donbás, aumentando la presión sobre las ciudades de Severodonetsk y Lisichansk. “Los rusos avanzan hacia la mitad de Severodonetsk. Los combates continúan, la situación es muy difícil”, afirmó el gobernador regional de Lugansk, Serguéi Gaidai.

La nueva ministra francesa de Relaciones Exteriores, Catherine Colonna, de visita en Kiev, dijo que su país va a “reforzar” la entrega de armas a Ucrania para ayudar a contrarrestar la ofensiva rusa. “El apoyo seguirá” y llegará en las próximas semanas, insistió la ministra en una rueda de prensa con su par ucraniano Dmytro Kuleba. La visita de Colonna se produjo el mismo día en que murió el periodista francés Frédéric Leclerc-Imhoff, de la cadena televisiva BFM, mientras cubría una operación de evacuación de civiles cerca de Severdonetsk.

Ofensiva

Desde que fracasó en su intento de tomar la capital Kiev en las primeras semanas de la guerra, el ejército ruso concentra su ofensiva en el sur y en el este, con incesantes bombardeos de artillería y misiles. Pero el fin de semana, las fuerzas ucranianas contraatacaron en la región de Jersón, en el sur, la única del país totalmente controlada por las tropas rusas.

Los rusos tomaron el control casi total de Jersón, fronteriza con la península de Crimea (anexada por Moscú en 2014) al principio de la guerra. Las autoridades prorrusas instaladas allí piden la anexión a Rusia. Según el Estado Mayor ucraniano, la ofensiva en la zona, aunque limitada, ha colocado a los rusos en “posiciones desfavorables” en torno a los pueblos de Andriyivka, Lozovo y Bilohorka, y obligó a Moscú a enviar reservas a la zona.

“Jersón, resiste. Estamos cerca”, tuiteó el domingo el Estado Mayor. En Melitopol, también en el sur, las autoridades instaladas por Rusia denunciaron un “ataque terrorista” tras la explosión de un coche bomba en el centro de la ciudad, que dejó dos heridos. “El gobierno ucraniano continúa su guerra contra la población civil y las infraestructuras de las ciudades”, indicaron los responsables.

El conflicto en Ucrania también ha bloqueado el tráfico marítimo en el mar Negro y el mar de Azov, afectando al suministro global de alimentos. Pero Putin afirmó este lunes a su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan que Moscú estaba dispuesto a trabajar con Ankara para reabrir el tráfico marítimo en estas zonas. “Esto también se aplica a las exportaciones de grano desde los puertos ucranianos”, indicó el Kremlin en un comunicado.

Presidente ucraniano

Las nuevas sanciones europeas contra Rusia fueron acordadas luego de que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, urgió a la UE a deponer sus diferencias y presentar un frente unido contra Rusia. “Hay que poner fin a todas las rencillas en Europa”, declaró Zelenski por videoconferencia en la cumbre de la UE en Bruselas. “Europa debe mostrar su fuerza, ya que Rusia solo entiende la fuerza como argumento”, agregó.

En la cumbre, los gobernantes europeos lograron contornear la oposición de Hungría, cuyo primer ministro Viktor Orban rechaza un embargo total al petróleo ruso por temor a que afecte la seguridad energética de su país. Hungría, un país sin salida al mar, importa el 65% del petróleo que consume desde Rusia y, junto con Eslovaquia y la República Checa, han solicitado una excepción a la prohibición de importación.

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La salida encontrada por los negociadores fue adoptar un embargo que inicialmente afectará a las importaciones de petróleo ruso que llegan a la UE por vía marítima, excluyendo por ahora las entregas por oleoductos. La extensión del embargo al petróleo entregado por oleoductos será iniciada “tan pronto como sea posible”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Además, Alemania y Polonia se comprometieron a renunciar hasta el fin de este año al petróleo ruso que reciben por el oleoducto de Druzhba -el mismo que abastece a Hungría- y ello elevaría el embargo a un 90% de las compras de crudo de Rusia. Tanto el proveedor energético estatal holandés GasTerra, como el danés Orsted alertaron del corte del suministro de gas ruso a partir del martes por negarse a pagar en rublos.

Debido a las sanciones europeas impuestas a Moscú, el presidente ruso, Vladimir Putin, exigió que los compradores de gas ruso de países “no amigos” pagaran en rublos desde cuentas en Rusia o se arriesgaran a quedarse sin suministro.

Fuente: AFP.

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