Elon Musk dijo que, si el acuerdo para comprar Twitter sale adelante, levantaría la prohibición sobre el expresidente estadounidense Donald Trump decidida por la plataforma tras el asalto del Capitolio, una decisión que considera “moralmente mala” e “insensata”.

“Revertiría la prohibición”, dijo el multimillonario en una conferencia del Financial Times, aunque aclaró que como aún no es dueño de Twitter, “esto no es algo que seguro sucederá”. El apoyo de Musk al retorno de Trump a la plataforma global de mensajería y microblog rápidamente disparó temores entre los activistas de que Musk podría “abrir las compuertas del odio”.

La oferta de 44.000 millones de dólares del jefe de Tesla para comprar Twitter aún debe obtener el respaldo de accionistas y reguladores, pero Musk se ha mostrado a favor de una menor moderación del contenido y de suspensiones en lugar de prohibiciones. “Creo que no fue correcto prohibir a Donald Trump”, dijo Musk.

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“Creo que fue un error porque marginó a una gran parte del país y, en última instancia, no resultó en que Donald Trump no tuviera voz”. Trump fue expulsado de Twitter y otras redes sociales después de que sus partidarios, enardecidos por sus tuits que alegaban fraude electoral, atacaron el Congreso de Estados Unidos el 6 de enero de 2021 en un intento fallido de evitar que Joe Biden fuera certificado como el vencedor de las presidenciales.

“Elon Musk podría abrir las compuertas del odio y de la desinformación en Twitter”, dijo Angelo Carusone, presidente de Media Matters for America, una organización de monitoreo de desinformación en medios. “Sea Elon Musk un radical de extrema derecha o solo alguien muy interesado en permitir a extremistas de derecha, el resultado es el mismo”, agregó.

Retroceder en la lucha contra la desinformación y el extremismo de derecha en Twitter pondría presión en otras redes para hacer lo mismo en una carrera hacia el fondo, complementó Carusone. Musk afirmó que su postura es similar a la del cofundador de Twitter, Jack Dorsey, respecto a que las prohibiciones permanentes deberían ser raras, reservadas para cuentas que son spam, estafas o ejecutadas por “bots” de software.

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“Eso no significa que alguien pueda decir lo que quiera decir”, dijo Musk. “Si dicen algo que es ilegal o simplemente destructivo para el mundo, entonces quizás debería haber un tiempo de espera, una suspensión temporal o ese tuit en particular debería hacerse invisible o tener una visibilidad muy limitada”.

Sin embargo, Musk insistió en que las prohibiciones permanentes son una “decisión moralmente mala” que socava la confianza en Twitter como una plaza pública en línea donde todos pueden ser escuchados. El magnate señaló que Trump ha declarado públicamente que no volvería a Twitter si se le permitiera, optando en cambio por quedarse con su propia red social, que no ha logrado ganar terreno.

Activistas

Grupos de activistas han llamado a los anunciantes en Twitter a hacer un boicot si, bajo la batuta de Musk, la red abre las puertas a publicaciones abusivas o engañosas. “Bajo el manejo de Musk, Twitter se arriesga a ser una alcantarilla de desinformación, con tu cerebro pegado”, afirmaron en una carta abierta más de dos docenas de grupos de activismo en medios y redes como Media Matters, Access Now y Ultraviolet.

Twitter recibe la mayor parte de sus ingresos por publicidad y estos podrían estar comprometidos por la reacción de los anunciantes al contenido publicado en la red basada en San Francisco. Mientras Musk no ha revelado detalles sobre la forma en la que va a dirigir la empresa, ya expresó su preferencia por hacer dinero a partir de suscripciones. “Creemos que nuestro éxito en el largo plazo depende de nuestra habilidad de mejorar la conversación pública en Twitter”, dijo la compañía recientemente en una presentación.

Fuente: AFP.

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