El presidente Xi Jinping se comprometió a apoyar los sectores de la tecnología, la infraestructura y el empleo para reactivar la economía de su país. Foto: AFP.
Presidente de China busca reactivar la economía, pero controles anti-COVID reducen las opciones
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El presidente Xi Jinping se comprometió a apoyar los sectores de la tecnología, la infraestructura y el empleo para reactivar la economía china, pero los analistas advierten que el crecimiento seguirá mermándose hasta que Pekín abandone sus rígidos controles anti-COVID.
Dos años y medio después de la aparición del coronavirus en Wuhan, China es la última gran economía que sigue cerrada al mundo, a pesar de una cifra relativamente baja de muertos. Los confinamientos en decenas de ciudades han causado estragos en las cadenas de suministro, provocando la quiebra de las pequeñas empresas y encerrando a los consumidores en sus hogares.
Esto pone en peligro el objetivo de crecimiento de 5,5% establecido por Pekín. “Seguimos muy preocupados por el crecimiento”, dijeron esta semana los analistas del banco Nomura. “La variante omicron y la estrategia cero COVID son los principales obstáculos al crecimiento”. Sin embargo, los dirigentes comunistas chinos reiteraron el jueves que el país se aferrará “inquebrantablemente” a la estrategia cero COVID. “La perseverancia traerá la victoria”, aseguró Xi.
Para aliviar la presión sobre la economía, Pekín ofreció un respiro al sector tecnológico, ahorrándole nuevas restricciones, y anunció un paquete de inversiones en infraestructura. Pero los analistas afirman que las mejoras pueden ser temporales mientras la prioridad del gobierno siga siendo frenar el virus a toda costa.
“(Las medidas son) muy bienvenidas... pero ¿cuántos puentes más y cuántos estadios más nos van a ayudar a crear un entorno de crecimiento predecible?” dijo el jueves el presidente de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China, Joerg Wuttke, a la prensa.
Análisis económico
Los analistas están a la espera de conocer los detalles de las promesas de apoyo anunciadas por el gobierno. Pero Pekín “no tiene mucho margen de maniobra”, estima el economista Dan Wang, del banco Heng Seng, un peso pesado de las finanzas de Hong Kong.
China ha desarrollado considerablemente sus infraestructuras en las últimas décadas, sobre todo a finales de los años 2000, cuando tuvo que reactivar una economía debilitada por la crisis financiera mundial. El país invirtió 4 billones de yuanes (actualmente 573.000 millones de euros) en proyectos a veces inútiles que engrosaron su deuda. Esto es algo que el gobierno debería evitar esta vez, dice el analista Zhaopeng Xing del ANZ Bank.
Pekín también ha dicho que ayudará a las pymes y a los empresarios autónomos, sus principales fuentes de empleo, con medidas fiscales y recortes de impuestos. El gobierno también está estudiando la posibilidad de apoyar a los trabajadores inmigrantes desempleados, que son especialmente vulnerables. Pero estas medidas pueden no tener el efecto deseado debido a los confinamientos que penalizan “considerablemente” la logística y los movimientos de población y la actividad, advierte Nomura.
Además, las pruebas generalizadas de COVID-19, que en algunas ciudades se realizan cada 48 horas, son una falsa buena idea, según Nomura. Esta estrategia que consiste en detectar lo más pronto posible los casos positivos para evitar los confinamientos tiene un “costo muy alto” y no impedirá que el virus siga circulando, dicen los economistas del banco. “Sobre todo porque los confinamientos rompen la dinámica económica de forma duradera”, afirma Ernan Cui, analista de Gavekal Dragonomics.
Aumento de la recaudación: valoración positiva y un problema
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Los importantes incrementos logrados desde el Ministerio de Economía, específicamente por la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios ( DNIT) de más de 457 millones de dólares en estos días, resulta auspicioso, por un lado, y por el otro, también puede convertirse en un problema.
Por un lado, el aumento de la recaudación es una forma de calzar los gastos previstos en el presupuesto del mismo modo que contribuye a la reducción del déficit fiscal, hecho que impacta sobre la inflación puesto que se podrá pagar los gastos públicos con dinero genuino sin tener que apelar a la emisión monetaria.
No obstante, y por otro lado, sucede que cuando la recaudación aumenta también puede convertirse en un problema si eventualmente el ingreso de los nuevos fondos obtenidos se vuelcan a financiar las solicitudes que llegan al Congreso que terminan en reprogramaciones presupuestarias.
De manera que estamos ante un hecho en el que merece ser congratulado el Gobierno. Se está haciendo una labor eficiente en esa permanente búsqueda de conseguir recursos para el cumplimiento del plan de trabajo establecido en el Presupuesto de Gastos.
La atribución recaudatoria por parte del Estado en categoría de aumento de los ingresos sin tener que aumentar la carga impositiva, esto es, sin tener que apelar al aumento de los tributos pagados por los contribuyentes, significa que la actividad de la DNIT está mostrando eficiencia recaudatoria propia y necesaria en cualquier lugar del mundo.
Aumentar los ingresos tributarios mediante la creación de nuevos impuestos o subir los existentes en ningún modo es un camino correcto para un país que necesita crecer más allá incluso del 6 por ciento anual del producto interno bruto (PIB).
Dicho esto, también resulta que por la coyuntura propia de la política similar en todos los países ocurre que cuando aumentan los ingresos en las arcas estatales se da inmediatamente un sinnúmero de solicitudes para disponer de esos nuevos fondos ingresados.
Esto no es de extrañarnos porque como sabemos la política responde a los requerimientos de sectores que desean disponer de dinero. Lo que sí debe ser una cuestión a tomar muy en serio es que los requerimientos no se conviertan en una herramienta para disponer del nuevo dinero ingresado para actividades donde claramente no se están usando de modo transparente los recursos de los que se disponen.
Especialmente el Congreso debe mostrarse responsable por lo que el Ejecutivo va logrando como lo es este caso el aumento de nuevos ingresos; caso contrario, se estaría dando una situación donde volveríamos a estar en el mismo lugar desde donde se partió para que el déficit fiscal se vuelva a subir.
De darse esta situación, lamentable por cierto, entonces quiere decir que el esfuerzo no solo del poder administrador en manos del Ejecutivo sino de los mismos contribuyentes que pagan sus obligaciones tributarias sería un sin sentido y provocaría en poco tiempo problemas para la economía nacional.
El déficit fiscal volvería a subir para así preparar un camino peligroso por las solicitudes de más y más gastos sin correspondencia y rendición de cuentas para finalmente encontrarnos ante el indeseable escenario de crear o subir los impuestos.
Celebramos el aumento de la recaudación que lleva a cabo el Gobierno sin tener que aumentar tributos, pero también decimos que los nuevos fondos ingresados no sean comprometidos para financiar a sectores y programas, que primero deben rendir cuentas con transparencia del dinero del que ya disponen.
Crecimiento de créditos impulsa activo total del sistema bancario
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Los créditos crecieron de forma importante durante el primer trimestre de este año y generan un importante impacto en los activos totales del sistema bancario. Los ratios y solvencia de las entidades siguen mejorando en línea con el crecimiento que se espera de la economía nacional.
Según los datos de la Superintendencia de Bancos del Banco Central del Paraguay (BCP), al cierre del primer trimestre del año los activos de los bancos totalizaron G. 218,8 billones, equivalentes USD 29,5 millones, lo que representa un aumento del 14,8 % frente al mismo periodo del año anterior.
El informe de la consultora Mentu menciona que las entidades de propiedad local mayoritaria tienen la mayor parte de los activos bancarios, con el 45,4 % del total, mientras que las de propiedad extranjera mayoritaria poseen el 42,7 %.
Indicaron que la mayor incidencia en la evolución de los activos tuvo el aumento de 14 % de las colocaciones netas y el de 23,8 % de los valores en el Banco Central, que incluyen las reservas legales por los créditos; seguido en importancia por las inversiones en valores.
Por otro lado, los pasivos crecieron 14,7 % interanual hasta G. 190,8 billones, es decir, unos USD 25.800 millones, impulsados principalmente por los depósitos que se incrementaron a una tasa similar. Específicamente, los depósitos alcanzaron un nivel de G. 153 billones, es decir, 14,4 % superior al mismo periodo del año anterior.
De esta manera, el patrimonio neto se ubicó en G. 28 billones, igual a USD 3.800 millones, nivel con el que el ratio de solvencia que lo relaciona con los activos y contingentes totales se ubicó en 12 %, aumentando 0,04 puntos porcentuales en forma interanual.
Octavo, con mejor crecimiento entre 30 países. Leé la verdad
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Pablo Alfredo Herken Krauer
pabloherken@yahoo.com
Analista de la economía
En una economía mundial cuya producción aumenta al ritmo del 3,2 % (6,5 % en 2021), nuestra región madre América Latina y el Caribe (ALC) lo hace al paso del 2 % con un peso en el global mundial del 7,3 %, esto es comparando el valor del tamaño de las economías, con un dominio de fuerza de chinos y norteamericanos del 34 % en la cancha internacional.
En el mundo, la economía conjunta del Mercosur participa con un 3,2 % en la torta tierra. Y dentro de Latinoamerica, la economía conjunta del Mercosur pesa 43,4 % marchando a la velocidad del 1,1 %. Brasil y México poseen las economías grandes: en el primer caso 2,5 % y 33,8 % de suma en el mundo y en la región madre, respectivamente, con un crecimiento del 2,2 %. El país hispano en América del Norte, México, participa en la distribución del tamaño económico con un 2 % en el mundo y 27,1 % en la región mayor, avanzando a un ritmo del 2,4 %.
Dentro del Mercosur naturalmente el mayor tamaño económico corresponde a Brasil con 73,6 % (ya dijimos, con un ritmo de crecimiento del 2,2 %), ubicándose luego Argentina con 22,5 % (caída del -2,8 %), Paraguay con 2,1 % (3,8 %) y Uruguay con 1,8 % (3,7 %). En la economía mundial como un todo nuestra economía representa el 0,07 % del valor global. Valor que permite fijar su peso. Pero ojo, un país puede “ser más” o “tener más” o “vivir mejor” que lo que las estadísticas consolidadas establecen como su valor o su peso. O puede ocurrir lo contrario, para peor.
Pero más allá de lo mucho que no se dice con los valores y pesos y participaciones, es importante saber cuán grande o pequeño somos al andar, nadar, navegar, transportar, e integrarnos al mundo, y el mundo con nosotros. ¿Cómo jugar en un mundo con una tarjeta del 0,07 %? Para ganar. Brasil es actualmente la octava economía mundial por el valor de su tamaño en producción. La octava, con un peso del 2,5 %. En superficie, Brasil es el quinto país más grande el mundo, y tercero en América después de Canadá y Estados Unidos.
Con una población de 218 millones de habitantes. En conclusión: el 2,5 % de Brasil es una medida de una medida mayor, muy difícil de cuantificar en cuanto valor e importancia. Contar lo que se produce con sus precios en los distintos mercados en un año no es tarea fácil, pero se puede hacer y se hace. Lo demás, demorará. Por último, pero no por ello, menos importante: la economía paraguaya y sus tarjetas de peso en el mundo: 0,07 % (mundo), 0,9 % (América Latina y el Caribe), 2,1 % (Mercosur). En 44 años, desde 1980, las economías de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay se agrandaron 94 %, 153 %, 377 % y 140 % respectivamente.
La economía paraguaya, según dos estadísticas internacionales, crecería este año 3,8 %. El Banco Central del Paraguay (BCP también se suma con esa misma proyección: 3,8 %). El pronóstico internacional del 3,8 % de expansión económica surgió en la reciente reunión anual de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) celebrada en Washington, en la que como corresponde se divulga el informe “Perspectivas de la economía mundial” (World Economic Outlook, WEO) con la actualización de los datos de las economías y las proyecciones en cuanto al comportamiento futuro, fundamentalmente en producción y precios.
Después de un crecimiento del 4,5 % (FMI), 4,6 % (Banco Mundial), 4,7 % (BCP) en 2023, que dejó atrás la pálida del estancamiento del 0,2 % en el 2022, en gran parte gracias a la muy buena cosecha de soja, se pronostica una desaceleración para este año estimándose un crecimiento económico del 3,8 %. En términos de inflación, el FMI maneja un escenario de alza de precios del 4 % (fin de año) para este 2024 (3,7 % en 2023) y 2025. En términos de promedio anual, la inflación sería del 3,8 % y 4 % respectivamente (4,6 % y 9,8 % en 2023 y 2022).
El FMI incorporara en sus estadísticas los datos de 30 países de América Latina y el Caribe (ALC). Si confeccionamos un ranking por orden de mayor crecimiento económico en este 2024, tenemos a la economía paraguaya ocupando el octavo lugar con su 3,8 %. El año pasado ocupamos el noveno lugar con la tasa de crecimiento del 4,5 %. Nos situaríamos en la sexta posición con el ritmo del 4,7 %.
Hay que valorar nuestras tasas de crecimiento económico, sin exagerar en sus reales impactos positivos para la gente, en un escenario de muchas dificultades sociales, porque al mundo se le está haciendo cada vez más difícil crecer a velocidades que necesitamos. Si ya teníamos dificultades antes de 2020, con la pandemia del covid-19 las economías y sus gentes recibieron un golpazo que dañó, destruyó, desequilibró y cambió el escenario económico mundial de una manera nunca antes vista. Y aún se está en proceso de cura y arreglo, en un ambiente muy cambiante y desequilibrante. A lo que se agregó, en el peor momento, la invasión en Ucrania, fruto de la ambición imperial del dictador Vladimir Putin.
Analistas del FMI en su informe “La economía mundial sigue mostrando resiliencia (fortaleza, resistencia), pese a la disparidad del crecimiento y los retos por delante” señalan que las autoridades deben dar prioridad a las iniciativas para mejorar la resiliencia económica, como el fortalecimiento de las finanzas públicas y la revitalización de las perspectivas de crecimiento económico. Pese a las predicciones sombrías, la economía mundial sigue mostrando una resiliencia notable, el crecimiento se mantiene firme y la inflación se reduce casi con tanta rapidez como aumentó.
El accidentado camino comenzó con los trastornos en las cadenas de suministro como consecuencia de la pandemia, una crisis energética y alimentaria mundial desencadenada por la guerra de Rusia en Ucrania y la considerable escalada de la inflación, a la que siguió una contracción monetaria sincronizada a escala mundial. La resiliencia del crecimiento y la rapidez de la desinflación pueden explicarse por la favorable evolución de la oferta, en particular la disipación de los shocks de los precios de la energía y el notable repunte de la oferta de mano de obra al que han contribuido los importantes flujos migratorios en muchas economías avanzadas. Las medidas de política monetaria han contribuido al anclaje de las expectativas de inflación.
En lo que respecta a nuestra vecindad, el FMI expresa que la región de América Latina y el Caribe ha dado muestras de una resiliencia notable ante los recientes desafíos mundiales, y se ha recuperado de la pandemia con más fuerza de lo esperado. Ahora, el crecimiento se está moderando, de 2,3 % en 2023 a 2,0 % en 2024, ya que la mayor parte de las economías se encuentran en su nivel potencial.
Esta moderación también se debe a una coyuntura exterior más débil y al impacto que se está sintiendo de las políticas restrictivas dirigidas a frenar la inflación. La inflación se encuentra en una trayectoria descendente gracias a las prontas medidas de los bancos centrales de la región y a las tendencias de desinflación a escala mundial. Con la remisión de las presiones inflacionarias, la distensión de la política monetaria puede continuar de forma que equilibre la reducción duradera de la inflación hacia la meta y evite una contracción económica excesiva.
La política fiscal debería centrarse en acelerar los esfuerzos de consolidación para recomponer el espacio fiscal mediante la movilización de ingresos, sin descuidar los gastos sociales esenciales para mantener la cohesión social. La pobreza y la desigualdad todavía son altas en la región, así que es imperativo impulsar el crecimiento potencial, cuyo promedio de aproximadamente 2,5 % está al zaga de los de economías semejantes.
Las reformas estructurales para elevar el crecimiento deberían centrarse en reforzar el Estado de derecho, mejorar el clima empresarial, impulsar la participación en la fuerza laboral —en especial de las mujeres— y resolver el tema de la informalidad. Abordar los problemas de delincuencia y violencia también puede redundar en importantes beneficios sociales y económicos. La verdad, si es verdad, es verdad. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo. DDPHQDPH1885.
El presidente chino Xi Jinping advirtió al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, de que quedan “muchos problemas” por resolver en sus relaciones bilaterales .Foto: AFP
China y EE. UU. deben ser “socios, no rivales”, dice Xi a Blinken
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El presidente chino, Xi Jinping, dijo el viernes al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, de visita en Pekín, que las dos potencias económicas deberían ser “socios, no rivales”, advirtiendo de que quedan “muchos problemas” por resolver en sus relaciones bilaterales.
Blinken, que visita China por segunda vez en menos de un año, señaló mejoras en la relación, pero instó a Pekín entre otros a frenar su apoyo a Rusia. En una reunión en el Gran Salón del Pueblo de Pekín, Xi aseguro que ambas potencias han logrado “algunos progresos positivos” desde que en noviembre se reunió con el presidente estadounidense Joe Biden.
“Los dos países deberían ser socios, no rivales”, dijo Xi, advirtiendo a la vez a Washingtnon que no aplique medidas para frenar su economía, como la prohibición de exportar semiconductores o el intento de arrebatar TikTok a sus propietarios chinos.
“Esperamos que Estados Unidos también pueda tener una visión positiva del desarrollo de China”, dijo Xi. “Cuando se resuelva este problema fundamental (...) las relaciones podrán realmente estabilizarse, mejorar y avanzar”.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, que también se reunió con Blinken, le advirtió que la presión de Estados Unidos podría desencadenar una “espiral descendente” y definió como “primera línea roja” la cuestión de Taiwán, que Pekín considera parte de su territorio.
Presión sobre Rusia
La reunión con Wang, que tuvo lugar en la casa de huéspedes estatal Diaoyutai y duró más de cinco horas y media, fue “extensa y constructiva”, según Blinken. Sin embargo, Blinken advirtió sobre el apoyo de China a la “brutal guerra de agresión” de Rusia en Ucrania y aseguró que el gigante asiático, aunque no ha exportado armas directamente, ha ayudado a Rusia a aumentar la producción de cohetes, drones y tanques.
“Rusia tendría problemas para mantener su asalto a Ucrania sin el apoyo de China”, aseguró, advirtiendo que Estados Unidos está listo para tomar medidas si China no las toma por sí misma. En cuanto a la tensión en Oriente Medio, Blinken señaló las relaciones de China con Irán y dijo que “pueden ser positivas para tratar de calmar las tensiones, prevenir la escalada, evitar la propagación del conflicto” en curso entre Israel y el movimiento palestino Hamás.
Evitar la confrontación
Según funcionarios y expertos estadounidenses, la principal prioridad de Xi ahora es gestionar los vientos en contra de la economía china y, al menos a corto plazo, evitar la confrontación con Occidente. Blinken instó a que ambas partes gestionen “responsablemente” su relación.
Joe Biden se enfrenta a una dura batalla para las presidenciales de noviembre contra su predecesor republicano Donald Trump, que imprimió una política beligerante hacia China durante su mandato.
La administración demócrata estadounidense ha destacado los progresos obtenidos gracias a su acercamiento diplomático a China, como el compromiso de Pekín de imponer un mayor control a la exportación de los precursores químicos del fentanilo, un opioide responsable de una epidemia de adicciones en Estados Unidos.
Pero al mismo tiempo, en algunas áreas, Biden ha ejercido una presión sobre China, incluso mayor a la de Trump. Un ejemplo es la reciente ley votada por el Congreso y avalada por Biden para forzar la venta de TikTok, propiedad de la empresa china ByteDance, o arriesgarse a una prohibición en Estados Unidos.
Responsables estadounidenses alegan preocupaciones por la seguridad y la privacidad vinculadas a la aplicación, muy popular entre la juventud del país. ByteDance, que niega estas acusaciones, reiteró el jueves que no tiene ninguna intención de vender la plataforma de videos.