La política de “cero COVID”, que implica confinamientos y masivos test de la población, es costosa para la economía según advirtieron el viernes los expertos, después de que el presidente Xi Jinping lanzara un llamado a proseguir con esta vía.
Según las cifras oficiales, la rígida política anti-COVID le ha permitido a China limitar a poco más de 5.000 el número de muertos desde el inicio de la pandemia. Desde hace un mes los 25 millones de habitantes de Shanghái se encuentran bajo confinamiento, debido a un brote epidémico, y la misma suerte podrían sufrir los habitantes en Pekín.
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Esos confinamientos penalizan a la economía, y si se generalizara a todo el país llevar a cabo test cada 48 horas -como ya hacen algunas ciudades-, ello podría costarle a China hasta 2,3 puntos de crecimiento este año, según el banco Nomura.
Sin embargo, el presidente Xi Jinping pidió el jueves proseguir con la política “cero COVID” y “combatir de forma clara” todo aquello que “cuestiona” esta estrategia, según la agencia Xinhua. El poder comunista chino se felicita por su estrategia sanitaria, prueba de la superioridad de su sistema político, en comparación con los millones de muertos que ha dejado la pandemia en el resto del mundo.
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Fuente: AFP.