Argentina, a través de su Senado, aprobó un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por 45.000 millones de dólares, con el que conjura el fantasma del default e intentará frenar la desbocada inflación de más de 50% anual.
Este préstamo servirá para reestructurar el programa stand-by recibido en 2018 durante el gobierno del liberal Mauricio Macri, cuyos vencimientos por unos 19.000 millones de dólares este año, otros 20.000 millones en 2023 y 4.000 millones más en 2024, Argentina no puede afrontar.
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El proyecto obtuvo 56 votos a favor, 13 en contra y tres abstenciones, en una sesión que se extendió por casi 10 horas. Los rechazos fueron de la coalición gobernante Frente de Todos, partida por este proyecto. La vicepresidenta del país y presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, instaló la sesión este jueves, pero luego se ausentó y no regresó al recinto.
La plaza del Congreso estuvo vallada y bajo vigilancia policial, luego de que hace una semana, cuando la Cámara de Diputados aprobó el préstamo, manifestantes apedrearan el edificio y rompieran algunas ventanas, entre ellas las de la oficina de Cristina Fernández de Kirchner. Con pancartas que decían “No al ajuste del FMI” y “Patria o FMI”, los manifestantes se colocaron este jueves en las calles aledañas al parlamento durante unas pocas horas.
“Difícil decisión”
Para su entrada en vigor, el acuerdo deberá someterse ahora a la aprobación del directorio del FMI en Washington. Y el tiempo apremia. Entre el 20 y el 22 de marzo Argentina debe pagar un vencimiento de capital de 2.900 millones de dólares, un monto del que no dispone, según el Banco Central.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, celebró el resultado y destacó que se logró “un acuerdo radicalmente diferente de todos los que históricamente se tuvieron con el FMI. No hay quita de derechos ni a trabajadores ni a jubilados. Se expande la inversión en infraestructura y conocimiento. Logramos poner por delante a los intereses de la economía real”, apuntó en un mensaje en Twitter.
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El nuevo acuerdo crediticio será el número 13 que suscribe Argentina con el FMI desde el regreso de la democracia en 1983. Este programa de facilidades extendidas prevé 10 revisiones trimestrales y un período de gracia de cuatro años. Los pagos deberán realizarse desde 2026 hasta 2034.
A cambio, Argentina se compromete a reducir el déficit fiscal de 3% del PIB en 2021 a 0,9% en 2024. Aunque votó mayoritariamente a favor, la oposición de centro-derecha de Juntos por el Cambio advirtió que las medidas contempladas son insuficientes. “No alcanza con este programa, tienen que cambiar el rumbo. Vamos a tener problemas de alta inflación, de desabastecimiento y posiblemente de corridas bancarias”, dijo el senador opositor Alfredo Cornejo.
Contra la inflación
El presidente de Argentina, el centro-izquierdista Alberto Fernández, agradeció a los parlamentarios que apoyaran el proyecto. “Vamos a tener un horizonte más despejado. Sabremos que hay un problema que no se resolvió, pero que empieza a resolverse, que es esa deuda maldita que heredamos”, dijo, aludiendo nuevamente a que el acuerdo fue firmado por Argentina bajo el gobierno de su antecesor, en medio de una corrida cambiaria.
El objetivo, según el FMI, consiste en “reducir la persistente alta inflación”. Sin embargo, el portavoz Gerry Rice declaró este jueves que “esto, por supuesto, será un desafío a la luz de la evolución de la coyuntura mundial, ya que el aumento de los precios de las materias primas está afectando la inflación en todo el mundo”, en medio de la guerra en Ucrania.
Argentina registró un incremento del índice de precios al consumidor de 4,7% en el mes de febrero sobre enero, con una suba de 7,5% en el rubro de los alimentos, con lo que la inflación en 12 meses quedó en 52,3%, una de las más altas del mundo. Cuando el directorio del FMI apruebe el acuerdo, Argentina recibirá un primer desembolso por unos 9.800 millones de dólares, que permitirá abordar el vencimiento de la semana próxima y fortalecer las reservas internacionales.
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Pero hay desconfianza en la sociedad sobre las medidas que adoptará el gobierno para cumplir con las metas del acuerdo. “En relación a la situación económica vamos a estar peor, esa es la realidad. Estamos pagando una estafa”, dijo a la AFP Mónica Sulle, del Movimiento Socialista de Trabajadores, durante una protesta contra el FMI esta semana.
El acuerdo inicial fue suscrito por 57.000 millones de dólares, el monto más alto que haya otorgado el FMI hasta ahora. Sin embargo, Argentina solo recibió 44.000 millones, pues el presidente Fernández renunció a los tramos pendientes cuando asumió el poder en diciembre de 2019.
Fuente: AFP.