“Cuando la gente vio que los ucranianos combatían, que no bajaban los brazos, eso los animó a unirse al combate”, agregó.
Manifestando “comprender esa necesidad de pelear”, el jefe de la diplomacia ucraniana juzgó sin embargo, “más importante” conseguir asistencia “política, económica y militar” del resto del mundo y sobre todo “para la defensa aérea”.
Ya a fines de febrero, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky había anunciado la creación de una “legión internacional” de combatientes extranjeros para ayudar a repeler la invasión rusa. Los voluntarios fueron convocados a presentarse en las embajadas ucranianas en sus respectivos países.
Dinamarca dio luz verde a sus nacionales, así como la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss. Pero el jefe de Estado Mayor del ejército británico, el almirante Tony Radakin, estimó el domingo que sería “ilegal e inútil” que los ciudadanos británicos se unan a los combates en Ucrania.
Fuente: AFP.