Con el alza de 176 decesos, la tragedia desatada el 15 de febrero en Petrópolis se convirtió en la más mortífera de la historia de esta urbe del estado de Rio de Janeiro (sureste). La cifra supera a la de otra catástrofe provocada por intensas precipitaciones que dejó 171 decesos en febrero de 1988, de acuerdo con los registros de la alcaldía.
Hasta ahora se han identificado los cuerpos de 143 personas, de las cuales 134 ya fueron trasladadas a la funeraria, según balance oficial divulgado más temprano este lunes. La búsqueda de sobrevivientes continuaba esta jornada, aunque oficialmente se han reconocido las escasas posibilidades de hallar sobreviivientes.
En este momento, hay 112 personas desaparecidas, informó a la AFP la Policía Civil. La cifra va disminuyendo a medida que se identifican los cuerpos recuperados y que familias reencuentran a parientes sanos y salvos.
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La abrumadora lluvia convirtió las calles en ríos que arrasaron árboles, automóviles y autobuses, y provocaron deslizamientos en los barrios apostados en las laderas de las montañas que rodean esta ciudad de 300.000 habitantes, ubicada a unos 60 km al norte de la ciudad de Rio de Janeiro.
En unas horas cayó un volumen de agua equivalente a un mes de lluvias sobre Petrópolis, una pintoresca ciudad turística que fue capital veraniega del imperio brasileño en el siglo XIX. El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, describió el viernes las escenas como “casi de guerra”, mientras que el papa Francisco envió un mensaje de condolencias el domingo.
Los operativos de limpieza seguían en curso este lunes, un día después de que la alcaldía pidiera a las residentes quedarse en casa, salvo casos de extrema urgencia, para que los especialistas removieran montañas de escombros y basuras derramados por las vías. Según el último balance, 847 personas están alojadas en refugios de emergencia.
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En los últimos tres meses, al menos 230 personas han muerto en el país por las precipitaciones, principalmente en los estados de Sao Paulo, Rio de Janeiro y Bahía (noreste). Tormentas en el estado de Espirito Santo, colindante con Rio de Janeiro, dejaron al menos dos muertos y obligaron a evacuar a más de 1.200 personas, según reportes oficiales del fin de semana.
En el estado de Minas Gerais (sureste), 1.700 personas tuvieron que abandonar sus casas en el municipio de Pocrane por precipitaciones caídas entre el sábado y domingo. Estos fenómenos meteorológicos, según muchos científicos, serán cada vez más recurrentes por cuenta del cambio climático.
Fuente: AFP.