“Europa no está en el mapa del litio”, ya sea “a nivel de minas o a nivel de procesamiento”, indicó Robert Colbourn, analista de Benchmark Mineral Intelligence de Londres, especializado en metales de transición energética. El mayor productor mundial es Australia, con más de 50%, y China refina 60% del “oro blanco” de la transición energética, transformándolo en en carbonato o hidróxido de litio.
El continente está tan interesado en el litio, el cobalto y el níquel --metales esenciales en la fabricación de las baterías eléctricas que van a sustituir a los hidrocarburos causantes del calentamiento global-- que prepara la apertura de minas y refinerías para intentar reducir su dependencia de las importaciones. Pero hoy en día “realmente no hay ninguna producción de litio” con un nivel de calidad adecuada para las baterías.
Un informe francés enviado esta semana al gobierno calcula que Europa no superará para 2030 el 30% de autosuficiencia de estos metales, incluyendo níquel y cobalto, que permiten almacenar y transportar la electricidad. Se han anunciado al menos 38 proyectos de plantas de baterías en Europa, pero la cuestión de su abastecimiento de metales está lejos de ser resuelta.
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El tema estará en la mesa de los ministros europeos de Industria en un encuentro en Lens (norte de Francia) el 31 de enero y 1 de febrero, durante el consejo de “competitividad, industria y mercado interior”.
“Se necesitan medidas fuertes. La idea para los 27 es no pasar de una dependencia del petróleo a una dependencia de los metales (...) Nosotros dependemos demasiado de potencias extranjeras, en especial de China”, destacó una fuente del ministerio francés de Economía.
Europa puede contar con yacimientos en Serbia, Portugal, Alemania, República Checa y Francia. Pero cualquier explotación de minas o de canteras de extracción deberá hacerse minimizando los impactos ambientales y con transparencia, advierten oenegés y científicos.
“No prohibir nada”
En diciembre, el gigante minero anglo-australiano Rio Tinto, que desde 2004 financia los estudios de exploración en Jadar, en Serbia, se enfrentó a protestas que reclamaban la publicación de sus informes de impacto ambiental. En Francia, la ministra de la Transición Ecológica, Barbara Pompili, dijo recientemente que el país no debe “prohibirse nada” en materia de extracción, siempre que tenga permiso ambiental.
Según los especialistas, se trata de un tema urgente. El litio recientemente fue incluido en la lista de metales críticos de la Unión Europea (UE), y para la Agencia Internacional de Energía (AIE) la demanda mundial debe multiplicarse por 40 de aquí a 2040. “Para 2030, Europa probablemente necesitará más de 500.000 toneladas por año, más que la actual producción mundial”, de unas 475.000 toneladas en 2021, señaló Robert Colbourn.
En Argentina, en el triángulo ABC del litio (Argentina, Bolivia, Chile), segunda fuente mundial de este preciado metal, el grupo minero francés Eramet anunció la apertura en 2024 de una planta con la china Tsingshan. Deberá producir “15% de las necesidades europeas de litio”, según su presidenta, Christel Bories.
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En Alemania, un grupo minero australiano promueve su litio “de balance de carbono neutro”, comercializado bajo la marca Vulcan, para el cual firmó alianzas con Renault y Stellantis. También en Alemania el grupo canadiense Rock Tech Lithium construirá en 2024 una planta de refinamiento.
En Portugal, donde se acaba de anunciar un proyecto de refinería entre la portuguesa Galp Energie y la empresa sueca de baterías Northvolt, las autoridades esperan el veredicto de la autoridad medioambiental sobre otro proyecto minero bautizado Savannah.
Y Chile, principal productor mundial hasta 2016, anunció el jueves la atribución de concesiones de exploración y producción de 80.000 toneladas para una empresa chilena y una china con la esperanza de “recuperar su posición en la escena mundial”.
Fuente: AFP.