“Cuando todo el mundo decía que ómicron era más benigno, nos olvidamos de que medio millón de personas murieron desde que la variante fue detectada”, declaró hoy martes el gestionario de incidentes en la Organización Mundial de la Salud (OMS), Abdi Mahamud.

“En la era de las vacunas eficaces, medio millón de personas mueren y es verdaderamente algo (...) más que trágico”, agregó en un encuentro por redes sociales promovido por la organización. Según Mahamud, se registraron 130 millones de casos y 500.000 muertos en el mundo desde que ómicron fue considerado como “preocupante” por la OMS, a fines de noviembre pasado.

Esa variante rápidamente superó a delta como dominante en el mundo, pues es más contagiosa, pero parece provocar enfermedades menos graves. El COVID-19 ha matado 5,75 millones de personas desde su aparición en China en diciembre de 2019, según recuento de la AFP el martes a partir de fuentes oficiales.

Que países ricos aporten

La Organización Mundial de la Salud (OMS) urgió a los países ricos a aportar los 16.000 millones de dólares necesarios para echar a andar su plan de derrotar este año el COVID-19 en el mundo. Según la OMS, una rápida inyección de dinero a su plan Acelerador de Acceso a Herramientas contra el COVID (ACT-A) podría acabar este año con el COVID-19 como emergencia sanitaria mundial.

El ACT-A apunta a desarrollar, producir y distribuir herramientas contra la pandemia, incluyendo vacunas, pruebas, tratamientos y equipo de protección. Ese plan dio origen al mecanismo Covax, creado para asegurar el acceso de naciones pobres a las vacunas, al prever que los países ricos las acumularían. El Covax completó mil millones dosis de vacunas entregadas en el mundo en enero pasado.

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ACT-A necesitaba 23.400 millones de dólares para su operación en el período de octubre de 2021 a septiembre 2022, pero solo 800 millones han sido recaudados. A través del mecanismo la OMS busca 16.000 millones de dólares aportados por los países ricos para “cerrar la brecha financiera inmediata” que se precisa para el objetivo sanitario. El resto será autofinanciado por los países de ingreso medio.

El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que la rápida propagación de la variante ómicron del COVID-19 hizo más urgente asegurar que las pruebas, tratamientos y vacunas sean distribuidas equitativamente.

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“Si los países de ingresos altos pagan su parte de los costos del ACT-Accelerator, el mecanismo podrá apoyar a los países de ingresos bajos y medios a superar su bajo nivel de vacunación, falta de pruebas y escasez de medicamentos”, señaló en un comunicado.

“La ciencia nos dio las herramientas para combatir el COVID-19. Si son compartidos solidariamente, podemos terminar este año con el COVID-19 como una emergencia sanitaria mundial”, sostuvo el jefe de la OMS.

Fuente: AFP.

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