Un crecimiento menor a lo previsto inicialmente proyecta el Fondo Monetario Internacional (FMI) para este año debido a la desaceleración de Estados Unidos y China y también por el panorama poco claro que se presenta con la nueva variante ómicron del COVID-19, la alta inflación y tasas de interés. Para Latinoamérica y el Caribe, el organismo prevé una expansión de 2,4% (-0,6 puntos), con “una rebaja significativa” para Brasil, que sólo crecerá 0,3%, y México, 2,8% (en ambos casos, -1,2 puntos sobre lo estimado en octubre)
El organismo internacional prevé una expansión de 4,4% para el 2022, mientras que octubre la proyección era de 5,9% en sus “Perspectivas de la economía mundial” (WEO en inglés). Al respecto la subdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath, indicó que “la variante ómicron ha provocado nuevas restricciones a la movilidad en muchos países y un aumento de la escasez de mano de obra”.
Las interrupciones en la cadena de suministro pesan sobre la recuperación y alimentan la inflación. También se suman a las presiones una fuerte demanda y una mayor crisis alimentaria y energética. En ese contexto, explicó que, “además, la deuda récord y el aumento de la inflación están limitando la capacidad de muchos países para enfrentar nuevas perturbaciones”.
Leé también: EEUU: “El Chapo” Guzmán seguirá con cadena perpetua
El organismo internacional prevé que la inflación global promediará 3,9% (+1,6 puntos) este año en las economías avanzadas, y 5,9% (+1 punto) en las economías emergentes y en desarrollo, persistiendo “por más tiempo de lo previsto” antes de ceder en 2023.
En Brasil, “la lucha contra la inflación ha provocado una fuerte respuesta de política monetaria, que pesará sobre la demanda interna. Una dinámica similar tiene lugar en México, aunque en menor medida”, indicó el Fondo Monetario en alusión a los incrementos de tasas de interés por parte de los bancos centrales de los dos países.
Así también, México también se verá impactado por el recorte de la previsión de crecimiento de Estados Unidos. En tanto que, en Argentina prevé un crecimiento de 3% en 2022 (+0,5 puntos), uno de los pocos países del mundo donde las previsiones no fueron rebajadas.
EEUU y China
En cuanto a estos dos países, para el FMI la ralentización del crecimiento mundial se debe “esencialmente” a una menor expansión esperada este año en Estados Unidos y China, de +4% (-1,2 puntos) y +4,8% (-0,8 puntos), respectivamente.
Para Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional eliminó de sus proyecciones de base los eventuales beneficios del plan “Build Back Better” (Reconstruir mejor), que propone unos 1,8 billones de dólares en gastos sociales, pero está empantanado en el Congreso.
Igualmente, hay que mencionar que, en la primera economía mundial la inflación es mucho más alta de lo esperado y siguen los problemas de suministro. En tanto que, China, enfrenta una recesión en su sector inmobiliario y un consumo interno más débil por las medidas para frenar el avance de ómicron.
Las disrupciones en el suministro también llevaron a pronósticos más bajos en la zona euro, donde se espera un crecimiento del 3,9% (-0,4 puntos), con reducciones para Alemania (3,8%, -0,8 puntos) y España (5,8%, -0,6 puntos).
Si bien las economías avanzadas deberían volver este año a su tendencia previa a la emergencia sanitaria, no se excluye que varios mercados emergentes y economías en desarrollo caigan en recesión en el mediano plazo, señaló el FMI.
Amenazas
Según el FMI, el crecimiento global enfrenta múltiples amenazas. En China, la estrategia de “tolerancia cero” con el COVID-19 podría exacerbar las interrupciones de suministro globales. Los problemas del sector inmobiliario también podrían extenderse al resto de la economía china.
Al mismo tiempo, una inflación más alta en Estados Unidos podría generar un ajuste monetario mucho más agresivo.
Por ahora, el FMI se plantea el escenario de tres alzas de tasas este año y tres el próximo en Estados Unidos. Y señala que si la Reserva Federal (banco central estadounidense) aumentara más rápido y más fuertemente sus tasas de referencia, los países emergentes y en desarrollo cuya deuda está denominada en dólares, se verían afectados.
Te puede interesar: Perú inició la vacunación anti-COVID de niños
Las “crecientes tensiones geopolíticas” también generan preocupación. En ese sentido, Gopinath señaló que el conflicto entre Rusia y Ucrania podría avivar aún más el incremento de los precios de la energía. El FMI tampoco descarta que aparezcan variantes más peligrosas que ómicron. Por eso, insistió en el control de la pandemia, enfatizando en la necesidad de una vacunación generalizada.
Finalmente, Gopinath dijo que se calcula que las pérdidas económicas acumuladas por la pandemia entre 2020 y 2024 lleguen a sumar unos 13,8 billones de dólares, en comparación con los pronósticos de PIB previos al coronavirus.
Fuente: AFP.