Según el último reporte, millones de estadounidenses se pusieron a cubierto de una gran tormenta que golpea con nieve, hielo y fuertes vientos el este del país y ha causado trastornos viales, suspensiones de vuelos y cortes de energía para unos 130.000 hogares en la madrugada del lunes.

El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por su siglas en inglés) dijo que la tormenta combina fuertes nevadas, lluvia helada y fuertes vientos e impactó el sureste y la costa del Atlántico medio antes de dirigirse a Nueva Inglaterra y al sur de Canadá.

En ese contexto, hay que mencionar que se esperan hasta 30 centímetros de nieve en una franja de territorio que va desde el norte del valle de Ohio hasta el sur de la región de los Grandes Lagos, advirtió el NWS. Más de 80 millones de personas están bajo alertas climáticas, informaron medios estadounidenses.

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Desde mediodía del domingo, unos 235.000 clientes se habían quedado sin servicio de electricidad en el sureste, pero para el lunes a la madrugada esa cifra se redujo a 130.000 hogares, según el sitio web PowerOutage.US.

En zonas a lo largo de las montañas Apalaches, la nieve podría este lunes llegar a caer a razón de 2,5 cm por hora en tanto que las gélidas condiciones podrían extenderse hasta el martes, según el NWS. La tormenta generó tornados en el estado de Florida e inundaciones en partes de la costa. Fríos gélidos y y poderosos vendavales se abatieron sobre las Carolinas y los Apalaches.

El transporte se vio gravemente perjudicado. Unos 3.000 vuelos dentro, hacia o desde Estados Unidos fueron cancelados el domingo, según el sitio web FlightAware, y otros 4.200 fueron retrasados. En tanto que, una parte de la muy transitada autopista interestatal I-95 fue cerrada en Carolina del Norte. Los conductores recibieron alertas sobre las condiciones peligrosas de las carreteras.

Estado de emergencia

El gobernador de Georgia, Brian Kemp, había declarado el estado de emergencia el viernes y las máquinas quitanieves trabajaron desde antes del mediodía para despejar carreteras.

Virginia y Carolina del Norte también declararon el estado de emergencia. La policía de Virginia dijo en Twitter que tuvo que responder a cerca de 1.000 incidentes el domingo. “La mayoría autos dañados. No se informó de muertes”, afirmó.

El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, dijo en Twitter que hasta el mediodía del domingo había caído hasta 30 cm de nieve en algunas áreas y que “una formación de hielo significativa está causando problemas en la parte central del estado”. El gobernador instó a hacer lo posible para evitar los desplazamientos.

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También en Carolina del Norte, la tormenta provocó el derrumbe del techo de un salón de una residencia universitaria, según las emisora local ABC, pero no hubo heridos. El NWS informó que incluso se registraron ráfagas de nieve en Pensacola (Florida), mientras que Atlanta (Georgia), por lo general templada, también tuvo una nevada.

Se esperan algunas inundaciones costeras y el NWS advirtió que en la costa atlántica los vientos podrían acercarse a la fuerza de un huracán. La nieve ya hizo sufrir al noreste de Estados Unidos a principios de este mes. Una tormenta hizo que cientos de automovilistas quedaran atrapados durante más de 24 horas en una carretera que conecta con Washington.

Fuente: AFP.

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