“A los no vacunados, tengo muchas ganas de fastidiarles. Y eso es lo que continuaremos haciendo, hasta el final. Es esta la estrategia”, reconoció el presidente francés Emmanuel Macron en una entrevista concedida al diario Le Parisien y publicada el martes pasado.
El mandatario liberal utilizó en francés el verbo “emmerder”, un registro coloquial que sorprende en un jefe de Estado y que se puede traducir como “joder”, “molestar”, “fastidiar” o “complicar la vida”.
Sus declaraciones desataron una tormenta en la clase política, desde la izquierda radical hasta la extrema derecha, alimentaron su imagen de arrogante y contribuyeron a suspender de nuevo el debate parlamentario sobre una medida clave, a tres meses de las elecciones presidenciales.
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Este viernes, el jefe de Estado francés asumió “por completo” este viernes sus polémicas declaraciones de esta semana sobre las personas no vacunadas contra el COVID, a las que calificó de nuevo de “irresponsables” a tres meses de las elecciones presidenciales.
“Algunos pueden haberse sentido impresionados por una manera de hablar que parece coloquial y que asumo por completo”, dijo Macron en rueda de prensa junto a la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sobre la presidencia francesa de la Unión Europea (UE).
“A mí, lo que me impresiona es la situación [sanitaria] en la que estamos. La verdadera fractura del país es esta, cuando algunos hacen de su libertad, que se convierte en una irresponsabilidad, un eslogan”, agregó el mandatario.
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Para los observadores, con esta polémica, Macron intentó aglutinar detrás de él a los partidarios de la vacunación e imponer el tema de la pandemia de COVID-19, en una precampaña electoral protagonizada por los temas de derecha: migración e inseguridad.
Las personas no vacunadas “no solo ponen en peligro la vida del resto, sino también limitan la libertad de los demás y eso no puedo aceptarlo”, subrayó este viernes Macron, reiterando que su estrategia para salir de la crisis sanitaria pasa por “vacunar, vacunar, vacunar”.
La candidata presidencial de extrema derecha, Marine Le Pen, acusó este viernes a Emmanuel Macron de ser “un pirómano”, con comentarios de “gran violencia”. El otro candidato de extrema derecha, Eric Zemmour, calificó la situación de “ridícula, infantil y cínica”. Según él, Macron “quiere robar las elecciones a los franceses” hablando solo de la pandemia.
Fuente: AFP.