El multimillonario Bill Gates, una de las figuras que más advirtió en las últimas décadas sobre el riesgo de una pandemia, volvió a emitir un sonido de alerta con relación a la variante ómicron y su posible consecuencia, conforme lo publican varios portales internacionales. Es que con la atenuante expansión de la nueva variante, Gates considera que se podría ingresar a la peor fase de la crisis sanitaria global, pero quiso ser más optimista, pues podría durar menos de tres meses, según manifestó.

“Cuando parecía que la vida iba a volver a la normalidad, podemos estar entrando en la peor fase de la pandemia. Pero podría durar menos de tres meses. Pero ómicron va a golpearnos a todos de cerca”, expresó Gates a través de su cuenta de Twitter.

El empresario explicó que la ómicron se está expandiendo más de prisa que ningún virus en la historia de la humanidad, con lo que los científicos están sorprendidos por la capacidad de reproducción de esta variante, y algunos creen que supera incluso al sarampión en capacidad de contagio, lo que la convertiría en el virus más transmisible de todos los conocidos por la ciencia moderna.

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Lo bueno, de cierta forma, es que las estadísticas señalan que dicha variante podría ser menos dañina para el ser humano que la delta o incluso que la original, aunque todavía no son suficientes para cantar victoria. “Habrá que tomársela en serio hasta que sepamos más. Esta podría ser la peor ola simplemente porque es muy infecciosa”, dice otra parte del mensaje de Gates.

Es por ello que recomienda a todos cuidado, en especial a los más vulnerables ya sea que vivan en la acera del frente de la ómicron o en otro país, y, sobre todo, “llevar mascarilla, evitar reuniones en espacios cerrados y recibir la dosis de refuerzo de la vacuna”, instó el conocido filántropo. Si bien reconoció que las vacunas quizás no eviten la mayor parte de los contagios, están diseñadas para que la enfermedad no sea de gravedad y no llegue a la muerte, cuya labor la está realizando bien, acotó.

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Es así que para Gates, con la ómicron se podría atravesar el último gran golpe del COVID-19, y que lo bueno, por llamarlo de un modo, es que se contagia tan de prisa que una vez que se convierte en dominante, la ola debería durar menos de tres meses. Por lo tanto, insistió en no dejar atrás los cuidados de modo que la pandemia pueda acabar en el 2022, pues los próximos meses serán decisivos, “y recuerda que, cuanto más nos cuidemos los unos a los otros, antes terminará”, dijo.