“Sabemos que hoy tenemos el mayor número de contagios por COVID en el Reino Unido desde el 9 de enero”, subrayó Michael Gove, ministro británico de Vivienda, en la televisión. El país está en una “situación profundamente preocupante” con más de 58.000 nuevos contagios por COVID-19 registrados el pasado viernes, un récord desde enero.
El número de casos de la variante ómicron “se multiplica todos los dos o tres días en Inglaterra, y hasta más rápidamente en Escocia”, destacó. Los jefes de gobierno de las diferentes naciones del Reino Unido tuvieron que hacer frente a “informaciones muy difíciles” durante esa reunión, presidida por el ministro y centrada en la situación sanitaria.
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En Inglaterra, “el 30% de los casos son de la variante ómicron”, que fue identificada en el país hace apenas 15 días. La variante se propaga de tal manera que incluso aquellos que están vacunados con dos dosis son susceptibles de “acabar enfermos, infectados y potencialmente hospitalizados”, dijo Michael Gove.
Para hacer frente a esta nueva ola de contagios, el primer ministro, Boris Johnson, anunció el miércoles un refuerzo del teletrabajo a partir del lunes y la introducción de un pase sanitario para grandes eventos. El Reino Unido es uno de los países más castigados de Europa, con más de 146.000 muertos desde el inicio de la pandemia.
Hace poco, había reinstaurado medidas para luchar contra la nueva variante, como restricciones en las fronteras y el transporte o el uso de mascarillas en los comercios y el transporte público. Por su parte, la primera ministra escocesa Nicola Sturgeon anunció un endurecimiento de las reglas sanitarias. A partir del sábado, las personas que compartan domicilio con una persona positiva tendrán que aislarse durante 10 días.
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Fuente: AFP.