“Hasta el momento hay un muy, muy, muy alto porcentaje de que está muerto”, dijo el general Jorge Vargas, comandante de la institución, en una declaración a los medios. Según el oficial, apenas comenzó a circular la información sobre la caída del Paisa, supuestamente en una emboscada el domingo, la policía activó sus fuentes de información.

La policía de Colombia aseguró este martes pasado que es muy probable que el Paisa, uno de los máximos jefes de los rebeldes de las FARC que se rearmaron tras firmar la paz en 2016, haya muerto en un enfrentamiento en el lado venezolano de la frontera. A partir de los datos recabados, las autoridades creen que Hernán Darío Velásquez, su nombre de pila, cayó en “unas disputas delincuenciales dentro de la organización”, comentó Vargas.

Su muerte probablemente se produjo en un campamento ubicado en el lado venezolano de la frontera, a unos 100 km de territorio colombiano, añadió. El Paisa, quien según información de inteligencia fue sicario del abatido narcotraficante Pablo Escobar, comandó la columna Teófilo Forero, una unidad de élite de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

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En 2016 firmó el acuerdo que puso fin a medio siglo de conflicto con esa guerrilla marxista y reintegró a la vida civil a unos 13.000 hombres y mujeres, pero tres años después reapareció armado y de uniforme camuflado junto a otros exmandos de la rebelión. El Paisa, sobre quien pesaba una circular roja de Interpol para su ubicación y captura en el exterior, estaba en una base rebelde “instruyendo a delincuentes de varios países”, dijo el general.

“En ese mismo sitio sabemos que había unas caletas con varios cientos de miles de dólares”, sostuvo Vargas. También ahí se reunía con “emisarios mexicanos y de otras partes de Latinoamérica (...) para traficar cocaína hacia Europa vía África”.

“Descabezada”

Siempre según la versión policial, junto a uno de los líderes de la Segunda Marquetalia, la disidencia armada del proceso de paz, también cayó “una persona conocida como Lulo”. Este martes la prensa colombiana también dio cuenta de la muerte de Henry Castellanos, alias Romaña, otro de los mandos de esa organización que encabeza Iván Márquez, el exjefe negociador de paz de las FARC que regresó a las armas en agosto de 2019.

Sin embargo, el general Vargas señaló que sus hombres están “verificando” esa versión. El temido Romaña es conocido por haber organizado el secuestro de cientos de personas que viajaban en vehículos por carretera para cobrar millonarias recompensas a cambio de su liberación.

Sin relaciones diplomáticas desde 2019, Colombia y Venezuela no tienen ninguna cooperación en seguridad o inteligencia. En ese contexto, el gobierno de Iván Duque acusa a las autoridades chavistas de dar protección a los disidentes y otras organizaciones armadas.

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De confirmarse la muerte del Paisa y Romaña, la Segunda Marquetalia habría perdido a toda su línea de mando, a excepción de Márquez y alias ‘Jhon 40′. De acuerdo con el centro de estudios independiente Indepaz, unos 2.000 hombres están al mando de esa cúpula rebelde.

El director de esa ONG, Camilo González, estima que su fallecimiento “sería un golpe tremendo e irreparable” para una organización “que tiene muy pocos mandos medios y que está apenas en proceso de asentarse en los territorios”. “Se trata de los dos jefes más importantes desde el punto de vista operativo y militar de ese grupo”, concedió a la AFP.

En mayo las autoridades también recibieron información sobre la muerte de Jesús Santrich, también exnegociador de paz y quien reapareció en un video con camuflado y fusil al lado de Márquez para anunciar el nacimiento de la Segunda Marquetalia.

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La revista Semana divulgó una foto de su supuesto cadáver. Los exjefes de las FARC argumentaban que el Estado no cumplió con lo pactado en La Habana. El gobierno del conservador Iván Duque les advirtió perseguirlos hasta capturarlos o abatirlos. Su caída sería “la verificación de que era él, sino que les correspondía a esas dos personas que siguieron acercándose al delito”, dijo el consejero presidencial Emilio Archila.

Según el centro de investigación Ideas para la Paz, la Segunda Marquetalia libra una batalla a sangre y fuego con otras facciones disidentes por el control del narcotráfico. Aun sin una confirmación plena, Duque se anticipó a celebrar la supuesta caída de ambos exguerrilleros. “Que salgan de circulación estos bandidos es una buena noticia y eso demuestra que los bandidos no tienen madriguera”, afirmó.

Fuente: AFP.

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