“No se puede discriminar a las personas entre vacunadas y no vacunadas para imponer restricciones (...) La ciencia ya sabe que las vacunas no impiden totalmente la transmisión del virus”, dijo el ministro de Salud, Marcelo Queiroga, ante periodistas tras una reunión interministerial en la presidencia.

De esta forma, Brasil descartó este pasado martes exigir un certificado de vacunación contra el COVID-19 a los extranjeros que lleguen al país, pese a una recomendación del regulador sanitario y después de que el presidente Jair Bolsonaro comparara el requisito con una “correa” para animales.

Anvisa recomendó exigir el pasaporte sanitario a viajeros que lleguen al país, donde se confirmaron al menos seis casos de la variante ómicron y se espera una mayor llegada de turistas para las fiestas de final de año.

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No obstante, Queiroga dijo que en momentos en que se desconocen las características precisas de la variante ómicron, Brasil exigirá a los no vacunados “una cuarentena de cinco días”, como recomendó el regulador sanitario, Anvisa.

Después de ese plazo y con un test PCR negativo, “en el caso de los extranjeros que vienen a hacer turismo, pueden aprovechar las bellezas de este nuestro gran Brasil”, agregó. Hasta ahora, el único requisito era presentar el test PCR negativo.

Replicando declaraciones de Bolsonaro contra el pasaporte sanitario, Queiroga afirmó que “a veces es mejor perder la vida que perder la libertad. Nosotros no estamos aquí queriendo polemizar, pero son derechos fundamentales y tienen la misma importancia”.

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Antes del anuncio, el presidente ultraderechista, que no se ha vacunado, rechazó el pedido de Anvisa sobre el pasaporte sanitario. “Preguntamos, ¿por qué el pasaporte sanitario? ¿Qué es esa correa que quieren poner al pueblo brasileño? ¿Dónde está nuestra libertad? Prefiero morir que perder mi libertad”, lanzó el mandatario.

“Ante las restricciones establecidas de forma global (...) la inexistencia de una política de exigencia de certificados de vacunación puede propiciar que Brasil se convierta en uno de los países escogidos por los turistas y viajantes no vacunados”, advirtió Anvisa el 1 de diciembre al reiterar su recomendación.

En los últimos días, al menos 20 de las 27 capitales brasileñas, entre ellas Sao Paulo y Rio de Janeiro, suspendieron las fiestas de fin de año, atendiendo recomendaciones de comités científicos para evitar la propagación de la variante ómicron. Brasil acumula más de 615.000 muertos desde el inicio de la pandemia, el segundo país con más fallecidos en números absolutos después de Estados Unidos.

Fuente: AFP.

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