En un momento en el que Europa vive la quinta ola de la pandemia de COVID-19 y cuando la aparición de una nueva variante es motivo de preocupación en todo el mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizará una reunión excepcional de la Asamblea Mundial de la Salud, órgano supremo de decisión de la organización de la ONU que reúne a sus 194 miembros.

El encuentro se extenderá por tres días y los países miembros de la OMS se reunirán en Ginebra a partir del lunes para intentar buscar estrategias para luchar mejor contra una próxima pandemia. La reunión se dará justo cuando se cumplen dos años del inicio de la pandemia que costó millones de vidas y billones de dólares.

La gestión de COVID ha mostrado los límites de lo que la OMS tiene derecho y medios para hacer, pero la comunidad internacional está dividida. El objetivo de la reunión es debatir la mejor manera de dotar a la OMS de un marco jurídico para afrontar mejor una futura crisis, ya sea en forma de tratado internacional o de alguna otra fórmula.

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Inadaptado

El Reglamento Sanitario Internacional que ha guiado el trabajo de la OMS desde 2005 no está diseñado para hacer frente a crisis de la envergadura como la del COVID-19, apunta Jaouad Mahjour, subdirector de preparación para emergencias de la organización.

Su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, es claramente partidario de un tratado para evitar el círculo vicioso de “no hacemos nada y luego nos entra el pánico”. “El caos causado por esta pandemia solo pone de manifiesto por qué el mundo necesita un acuerdo internacional a toda prueba que establezca las normas”, dijo el miércoles.

Pero Estados Unidos no está a favor de un tratado y prefiere un proceso más rápido. Por el contrario, unos 70 países apoyan un tratado, afirmando que es “la única propuesta sustancial” que podría garantizar “una respuesta mundial rápida, conjunta, eficaz y equitativa a la próxima pandemia”, según la carta abierta publicada por los ministros de Sanidad de 32 de ellos y en la que advierten: “No podemos esperar a la próxima crisis para actuar”.

“Hagamos lo que hagamos, en el futuro necesitamos un compromiso sostenido al más alto nivel político”, dijo un diplomático de la Unión Europea, que pidió “un marco jurídico vinculante para estructurarlo todo (...) Es una cuestión demasiado importante”. Steve Solomon, director jurídico de la OMS, cree que “hay buenas razones para pensar” que se puede encontrar una solución colectiva.

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“Manos a la obra”

“Esto no es algo que tengamos que discutir durante 107 años. Por favor, pónganse manos a la obra”, dijo el lunes la ex primera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark, al revisar los progresos realizados seis meses después de la publicación de un informe muy crítico sobre la gestión de la pandemia, cuya redacción copresidió.

El informe proponía un acuerdo marco para la OMS, que permitiría acordar rápidamente lo esencial y luego ampliarlo cuando sea necesario. Se ha creado un grupo de trabajo para redactar una resolución que pueda debatirse durante la reunión que comienza el lunes.

Según Mahjour, “el mundo no puede permitirse tener otra pandemia para la que no esté preparado”, advirtió. En ese sentido, las recomendaciones que se debatirán se dividen en cuatro categorías: equidad, gobernanza y liderazgo, financiación a nivel nacional e internacional, y sistemas y herramientas para responder a una crisis sanitaria mundial”.

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