La Organización Mundial de la Salud advirtió este martes que el COVID-19 podría provocar 700.000 muertes adicionales en Europa, donde en algunos países, las nuevas restricciones sanitarias provocan la ira de la población. Si las funestas predicciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se cumplen, el número total de muertes en Europa por la pandemia ascendería a 2,2 millones en primavera.

“La región europea sigue bajo los efectos del COVID-19. En la última semana, las muertes registradas por COVID-19 aumentaron hasta alcanzar casi 4.200 al día, lo que supone el doble de las 2.100 muertes diarias registradas a finales de septiembre”, subrayó la OMS.

“Para el 1 de marzo de 2022 se prevé que las camas de los hospitales se encuentren bajo una presión alta o extrema en 25 países y las unidades de cuidados intensivos bajo una presión alta o extrema en 49 de 53 países”, detalló en un comunicado. Más de 1,5 millones de personas han fallecido por COVID-19 en la región.

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Con una frase impactante, el ministro de Salud alemán, Jens Spahn, advirtió este martes que al final del invierno, cada uno estará “vacunado, curado o muerto” por la propagación de la variante Delta en el país. El aumento de casos en Europa llevó a las autoridades estadounidenses a desaconsejar los viajes a Alemania y Dinamarca, situando ambos países en el máximo nivel de riesgo en el que ya estaban Austria, Países Bajos o Bélgica.

Para la OMS, el aumento de casos en Europa se explica por la prevalencia de la variante Delta, altamente contagiosa, la insuficiente tasa de vacunación y la relajación de las restricciones sanitarias. “La situación (...) es muy seria”, aseguró este martes el director regional de la OMS en Europa, Hans Kluge, que pidió reintroducir las medidas de distanciamiento, de higiene y llevar la mascarilla.

En la Unión Europea, el 67,7% de la población está totalmente vacunada, aunque las diferencias entre países son asombrosas. Así, en Bulgaria, solo un 24,2% de la población está vacunada, contra el 86,7% en Portugal.

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Para salvaguardar la movilidad dentro de las fronteras europeas, la Comisión trabaja actualmente en una “actualización” de las recomendaciones y tiene previsto presentar en los próximos días sus propuestas de actualización del certificado europeo.

Por otra parte, la agencia europea de medicamentos (EMA) anunció este martes que decidiría en unas semanas si autorizará la comercialización de la píldora anti-COVID de Merck, Molnupiravir, comercializada bajo el nombre de Lagevrio.

“La EMA evaluará los beneficios y los riesgos de Lagevrio en un plazo breve y podrá emitir un dictamen en pocas semanas si los datos presentados son suficientemente sólidos y completos para demostrar la eficacia, la seguridad y la calidad del medicamento”, dijo.

Protestas

Mientras tanto, los gobiernos han decidido apretar las tuercas para contrarrestar el aumento de contagios en la región. En Austria, la población está de nuevo confinada desde este lunes. En Bélgica y en Holanda, los gobiernos impusieron nuevas restricciones sanitarias, que provocaron manifestaciones violentas.

Un acto de “pura violencia” por parte de “idiotas”, dijo el primer ministro holandés Mark Rutte, refiriéndose a los disturbios que sacudieron el país desde el viernes. También se registraron protestas violentas del otro lado del Atlántico, en las Antillas francesas. Tanto los trabajadores de la sanidad como los bomberos se oponen al pase sanitario y la vacunación obligatoria del personal médico.

La protesta se ha convertido en una verdadera crisis social en ese departamento del Caribe francés, donde un tercio de la población vive por debajo del umbral de la pobreza. La vecina isla de Martinica conoce una movilización similar.

Tercera dosis

Aunque, según la OMS, “hay cada vez más pruebas de que la protección inducida por la vacunación contra las infecciones leves y las formas benignas está disminuyendo”, la organización recomienda un refuerzo de la vacuna para los más vulnerables, incluidos los inmunodeprimidos. En Francia, el Consejo de defensa abordará el miércoles la cuestión de la tercera dosis, en un contexto de aumento de contagios. El lunes, el primer ministro Jean Castex dio positivo al COVID-19.

Esta reunión permitirá “abordar la cuestión de la tercera dosis de la vacuna, teniendo en cuenta las recomendaciones que hemos obtenido de las distintas autoridades científicas y sanitarias”, dijo el martes el ministro de Sanidad, Olivier Véran. Mientras tanto, Israel ha iniciado su campaña para vacunar a los niños de entre cinco y once años, convirtiéndose en uno de los primeros países, después de Estados Unidos, en rebajar tan drásticamente la edad de acceso a la vacuna.

Fuente: AFP.

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