Por Ricardo Rivas
Corresponsal en Argentina
Una banda de por lo menos nueve encapuchados, poco antes de la medianoche pasada, atacó con bombas tipo molotov el edificio del diario Clarín, ubicado en Piedras al 1700, en el barrio de Barracas, zona Sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sin que se produjeran víctimas de ningún tipo ni daños materiales.
El presidente Alberto Fernández, en su cuenta personal en Twitter @alferdez, expresó poco más de doce horas después de lo sucedido: “Quiero expresar nuestro repudio al episodio ocurrido frente a la sede del diario Clarín. La violencia siempre altera la convivencia democrática. Esperamos que los hechos se esclarezcan y los autores sean identificados a partir de la investigación que está en curso.”
Poco antes, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, a través de su cuenta personal devenida en pública @FernandezAnibal expresó: “repudio el ataque al Grupo @clarincom en la sede de la calle Piedras, con bombas molotov, producido el lunes por la noche, donde al menos nueve personas encapuchadas arrojaron explosivos a las oficinas. Confío que se identifiquen los autores y se los sancione”.
Los trabajadores del diario junto con el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), al igual que la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), repudian lo sucedido. El ataque quedó registrado en los sistemas de seguridad que la empresa tiene desplegados en todo el perímetro de las instalaciones que el Grupo Clarín tiene en el lugar.
Inmediatamente después de producido el ataque la policía de la ciudad delimitó el perímetro afectado y, como los artefactos arrojados aún ardían requirieron el apoyo de los bomberos para controlar el fuego. En los vídeos de seguridad que Clarín hizo públicos se ve con aceptable calidad que nueve personas encapuchadas llegan frente a las instalaciones de la firma Arte Gráfico Editorial Argentino (AGEA) y, dos de ellos, encienden las mechas de las molotov y las arrojan desde el centro de la calzada.
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Claramente se observa que el primero de los artefactos no estalla en tanto que los siguientes sí. En el mismo instante dos buses con pasajeros cruzan por delante de los atacantes que, sin prisa, caminando, se retiran del lugar. El juez federal Gustavo Ramírez, que investiga lo sucedido, caratuló la pesquisa como “averiguación intimidación pública”, ordenó que diversas pericias y dispuso recibir declaraciones del personal que se encontraba en el edificio en el momento del ataque. Un allegado a los investigadores aseguró a este corresponsal que “en una botella que no estalló, quedaron huellas digitales que se están analizando”.
El periodista Marcelo Cantelmi, editor jefe de Internacionales del diario atacado declinó hacer especulaciones acerca de quiénes podrían ser los autores intelectuales del ataque.
Sin embargo, sostuvo que expresiones como las que horas atrás realizó el gobernador de la provincia del Chaco, Jorge Capitanich, quien propuso la regulación de los medios porque “la gente piensa lo que los periodistas proponen” y lo sucedido “dan cuenta de un fin de ciclo político y, en ese contexto, algunos marginales desarrollan acciones como la que atacar a un medio de comunicación”. Cantelmi, además, recordó que el escritor Adolfo Bioy Casares, afirmaba que “la anchura de la estupidez humana no debe faltar en ningún análisis”.
Los trabajadores de Clarín y uno de los colectivos profesionales en los que se nuclean las y los periodistas emitieron un comunicado en el que hacen saber que “repudian el ataque al edificio de Clarín, nuestro lugar de trabajo, en el que hay compañeras y compañeros durante las 24 horas” y, en ese contexto no solo exigen el “urgente esclarecimiento de los hechos”, sino que reclaman “condiciones seguras para ejercer nuestras tareas sin riesgos y con libertad”.
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Por su parte, la empresa atacada, a través de un comunicado lamenta lo sucedido, lo condena y destaca que lo ocurrido “a primera vista parece como una expresión violenta de intolerancia contra un medio de comunicación” por lo que esperan “su urgente esclarecimiento y sanción”.
En el mismo sentido, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa), el Foro de Periodismo Argentino (Fopea), la Fundación para la Libertad de Expresión, se expresaron en “condena” y “repudio” de lo sucedido, a la vez que exigen “el rápido esclarecimiento” del hecho criminal.