El presidente Rumen Radev ganó ampliamente en la segunda vuelta de las elecciones en Bulgaria, una victoria que refuerza el movimiento anticorrupción actualmente en negociaciones para formar un gobierno y salir de la crisis política.
Con el apoyo de varios partidos del llamado “cambio”, el jefe de Estado de 58 años obtuvo cerca de 66% de los votos, según resultados parciales publicados la noche de domingo. “Bulgaria está saliendo del estancamiento”, declaró el presidente reelecto, un expiloto de la fuerza aérea, tras conocer los resultados parciales.
Su adversario, el rector de la Universidad de Sofía, Anastas Guerdjikov, de 58 años, un independiente que contaba con el apoyo del partido conservador GERB del ex primer ministro Boyko Borisov, obtuvo cerca de 33% de los sufragios. Guerdjikov reconoció su derrota, pero advirtió que “el aparato estatal entero trabajó por el presidente”. Los comicios se celebraron en medio de la peor crisis política en el país desde el fin del comunismo y en plena ola mortífera de covid-19.
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Bulgaria tiene la tasa de vacunación anti-COVID más baja de la Unión Europea (menos del 25% de los 6,9 millones de habitantes están vacunados), uno de los índices de mortalidad de coronavirus más altos del mundo y los hospitales desbordados. La primera vuelta tuvo lugar el fin de semana pasado, al mismo tiempo que las elecciones legislativas, sin que ningún candidato obtuviera la mayoría absoluta.
Radev fue el más votado en la primera ronda, con el 49% de los votos. El país está bajo un Ejecutivo interino desde abril, y las elecciones de julio no lograron definir un gobierno alternativo tras los 10 años de mando del primer ministro conservador Boyko Borisov.
Radev, un exalto mando de la fuerza aérea, fue respaldado por los socialistas en su primer quinquenio en el cargo, pero esta vez participaba como independiente. Lo apoya una amplia coalición que incluye a “Continuamos el Cambio”, cuyos fundadores Kiril Petkov y Asen Vasilev, ambos graduados de Harvard, fueron ministros en el primer gobierno interino, designado por Radev en mayo.
“El presidente del cambio”
La reelección de Radev es una buena noticia para el joven partido anticorruption “Continuamos el cambio”, inesperado ganador hace una semana de las legislativas. “La elección del presidente influirá en todo el desarrollo de Bulgaria”, había dicho Petkov, que aspira a ser primer ministro. Esta semana, había llamado a votar por quien “comenzó el cambio”.
“Continuamos el Cambio” espera encontrar aliados para formar un gobierno que ponga fin al estancamiento de seis meses. La crisis gubernamental se dio en medio del azote de la pandemia del covid-19 en el país más pobre de la UE.
Bulgaria tiene un sistema parlamentario y su presidente cumple una función en gran parte ceremonial como jefe de Estado y comandante en jefe de las fuerzas armadas. Por ello, el resultado de la elección presidencial afectará poco a las negociaciones para formar un gobierno de coalición.
“Los ejes clásicos de división en Bulgaria --este/oeste, derecha/izquierda-- fueron superados por un nuevo eje común en todas las elecciones de este año”: el hartazgo de 10 años de la era Borisov, resumió el politólogo Antony Todorov de la Nueva Universidad de Bulgaria.
Radev apoyó las protestas anticorrupción del verano pasado contra Borisov, gritando “¡fuera mafia!” con el puño en alto, mientras acompañó brevemente a la multitud. Tras los dos fallidos intentos de formar gobierno en abril y julio, Radev designó dos administraciones interinas que fueron criticadas duramente por su mal manejo de la pandemia del coronavirus.
El país ha luchado por distribuir las vacunas anti-COVID en medio de un fuerte sentimiento de rechazo y la proliferación de noticias falsas. Sin embargo, los gobiernos interinos fueron reconocidos por revelar casos de corrupción, fraude y malos manejos bajo Borisov, lo que habría favorecido a Radev, según el analista de Gallup, Svetlin Tachev.
Fuente: AFP.