Cerca de 15.000 combatientes hutíes de Yemen han muerto cerca de la estratégica ciudad de Marib desde junio, admitieron el jueves pasado a la AFP dos fuentes cercanas a los rebeldes. “Los ataques aéreos lanzados por la coalición militar dirigida por Arabia Saudita y los combates han matado a cerca de 14.700 hutíes desde mediados de junio cerca de Marib”, dijo un funcionario del ministerio de Defensa de los rebeldes. Otro funcionario de la misma oficina confirmó la cifra.
Marib es el último gran bastión del gobierno reconocido internacionalmente en el norte de Yemen, una zona con enormes recursos petroleros. Los hutíes, apoyados por Irán, lanzaron el año pasado una gran ofensiva para tomar la ciudad. Los enfrentamientos se detuvieron en varias ocasiones debido a negociaciones, pero los rebeldes reanudaron sus ataques en febrero.
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La coalición liderada por Arabia Saudita, que intervino en 2015 para apoyar al gobierno, informa de ataques aéreos casi diarios en los alrededores de Marib. Según sus cifras, unos 3.800 rebeldes han muerto desde el 11 de octubre. El saldo de rebeldes fallecidos desde el pasado año en la batalla por esa ciudad estratégica ascendería a 27.000, según indicó la coalición este jueves en un comunicado.
Sin embargo, la AFP no ha podido verificar de forma independiente las cifras de ninguna de las partes. Según Naciones Unidas, la guerra ha sumido a Yemen en la peor crisis humanitaria del mundo. Decenas de miles de personas han muerto y millones han tenido que abandonar sus hogares. La pérdida de Marib supondría un duro golpe para el gobierno y reforzaría la posición de los rebeldes en unas eventuales negociaciones de paz, según los expertos.
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Embajada de EEUU tomada
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó el jueves “en los términos más enérgicos” la toma de la embajada de Estados Unidos en Saná, capital de Yemen, por parte de los rebeldes hutíes y pidió la liberación de los empleados aún detenidos. En un comunicado, los 15 miembros del Consejo pidieron “el retiro inmediato de todos los elementos hutíes de estas instalaciones” y la “liberación inmediata y segura de los que aún se encuentran detenidos”.
Las convenciones internacionales de Viena prohíben cualquier intromisión en locaciones diplomáticas, que “deben ser respetadas y protegidas”, remarca el comunicado de prensa del Consejo. Hace una semana, Washington pidió la liberación inmediata de los empleados de la embajada de Yemen. La mayoría de ellos habían sido liberados tras la intrusión hutí.
La embajada estadounidense en Saná está cerrada desde 2015, cuando el país norteamericano trasladó a su personal diplomático a Riad debido a la guerra civil en Yemen. En siete años, Yemen se ha hundido en una de las peores tragedias humanitarias del mundo, según la ONU, con más de dos tercios de la población dependiente de la ayuda internacional. Decenas de miles de personas, la mayoría civiles, han muerto y millones han sido desplazadas según organizaciones internacionales.
Fuente: AFP.