Al menos tres personas murieron y más de 30 resultaron heridas este martes pasado en un doble atentado suicida en Kampala, la capital de Uganda, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Se trata del segundo atentado mortal en Uganda reivindicado por el EI en pocas semanas, después de un atentado con bomba el 23 de octubre en un restaurante de Kampala que mató a una camarera e hirió a varias personas.
Lea más: En pleno siglo XXI compatriotas siguen sin acceder al servicio de agua potable
La policía ugandesa había atribuido el doble atentado del martes a un “grupo local vinculado a las ADF”, las Fuerzas Democráticas Aliadas, una rebelión activa en el este de la vecina República Democrática del Congo (RDC).
Desde abril de 2019, el EI reivindica la autoría de algunos ataques de las ADF, a la que considera como su “Provincia de África Central” (Iscap en inglés). En marzo, Estados Unidos añadió a las ADF a su lista de “organizaciones terroristas” afiliada al EI.
Las dos explosiones se produjeron por la mañana, con tres minutos de diferencia, en el distrito comercial de Kampala. El primer ataque se llevó a cabo en un puesto de control cercano a la sede de la policía por un hombre que llevaba una bomba en una mochila.
Lea más: Alemania contempla volver a teletrabajar ante nueva ola de COVID-19
El segundo por dos hombres “disfrazados de moto-taxi” cerca de la entrada del Parlamento, detalló Fred Enanga, portavoz de la policía. En un comunicado publicado en sus canales de Telegram, el EI indicó que los ataques fueron llevados a cabo por tres atacantes suicidas.
Las fuerzas antiterroristas detuvieron a un cuarto terrorista y “recuperaron un artefacto explosivo casero sin detonar (...) en su casa”, dijo Enanga. Según la Cruz Roja ugandesa, la mayoría de los heridos son policías. La detonación cerca de los locales de la policía destruyó cristales, y la otra, a proximidad del Parlamento, incendió vehículos aparcados en la zona.
Cuerpos “destrozados” y “esparcidos”
Estos atentados se producen tres semanas después de otros dos ataques, uno contra un restaurante de la capital, el 23 de octubre, reivindicado por Iscap, y un atentado suicida contra un autobús cerca de Kampala, dos días después, que no fue reivindicado.
Las autoridades ugandesas habían dicho que existe “un alto nivel de conexión” entre los dos ataques, ambos atribuidos al ADF, un grupo rebelde musulmán surgido en Uganda y que lleva más de 25 años operando en la RDC, donde se le acusa de haber matado a miles de civiles.
Los atentados del martes provocaron el pánico en el distrito comercial de Kampala, donde los cuerpos “destrozados” y “esparcidos” cubrían el suelo, dijo Enanga. El alcalde de Kampala, Salim Uhuru, se encontraba en una oficina de un banco cercana a la sede de la policía cuando se produjo la explosión.
Lea más: El popular videojuego Fortnite deja de estar disponible en China
“Fue un ruido muy fuerte. Corrí a la comisaría y vi a un policía que conozco muerto en el suelo. Su cuerpo estaba destrozado”, dijo a la AFP. El parlamento canceló su sesión prevista para el martes y la zona alrededor del edificio fue acordonada por soldados fuertemente armados.
La policía ugandesa detuvo el mes pasado a presuntos miembros del ADF como sospechosos de un ataque a “instalaciones importantes”. Además de los dos atentados mortales, el EI también había reivindicado la autoría de un atentado con bomba contra una comisaría de policía en Kampala el 8 de octubre, del que no se conocen víctimas.
Fuente: AFP.