La oposición de Bolivia aumentó este lunes sus demandas al presidente del país, el izquierdista Luis Arce, con la abrogación de más leyes, al cumplirse una semana de protestas, mientras el oficialismo anunció que defenderá al gobierno ante lo que considera un plan de “desestabilización” política.
La alcaldía opositora de La Paz, organizaciones civiles y un poderoso sindicato de comerciantes se reunieron para demandar la anulación de otras normas aprobadas por el gobierno de Arce este año, como un plan de desarrollo que, denuncian, desconoce regímenes de administración autónoma de alcaldías, gobernaciones regionales y universidades públicas, y otra de emergencia sanitaria que margina a los médicos en la toma de decisiones.
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El alcalde opositor de La Paz, Iván Arias, comandó la reunión, dio lectura a las nuevas exigencias y dijo que “se acordó realizar una marcha de todos los sectores de la paceñidad [gentilicio] para el próximo miércoles 17″ de noviembre.
La reunión, celebrada en instalaciones del municipio local, fue hostigada por oficialistas, quienes llegaron al lugar para lanzar huevos y tomates hacia la fachada. La tensión aumentó con la llegada de más opositores. La policía hizo uso de gases lacrimógenos para dispersar a los presentes.
Hace una semana comenzaron las protestas de opositores y sindicatos de comerciantes al menudeo y choferes en contra de una ley sobre blanqueo de capitales, que el mandatario Arce decidió derogar. Los manifestantes también exigieron al gobierno que recupere el reglamento legislativo por el que algunas leyes y nombramientos necesitan de la aprobación de dos tercios del Congreso, lo que obliga al gobierno a negociar con la oposición.
Santa Cruz (este), capital económica de Bolivia y bastión de la oposición de derecha, mantiene un contundente corte de calles y avenidas. En otras ciudades, como Sucre (sureste), Cochabamba (centro) y Potosí (suroeste) había similares cortes de vías, aunque con menor intensidad.
De manera paralela, sindicatos de campesinos, mineros e indígenas afines al gobierno anunciaron este lunes una marcha por un camino desde los Andes del país hasta La Paz, por unos 190 kilómetros, para defender al gobierno.
El líder del sindicato más grande del país, la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, dijo que el objetivo de las protestas contra Arce “es desestabilizar al gobierno”, mientras que la jefa del sindicato campesino de mujeres, Flora Aguilar, señaló que “el objetivo es hacer golpe de Estado”. Arce cumple un año de gobierno, tras arrollar en las urnas con el 55% de los votos, con mandato hasta 2025.
Fuente: AFP.