Funcionarios militares y civiles de Israel realizaron el jueves pasado un ejercicio para evaluar la capacidad de respuesta del país ante la aparición de una nueva variante del coronavirus, informó la oficina del primer ministro Naftali Bennett.

Los responsables, reunidos en el centro nacional de gestión de crisis cerca de Jerusalén, tuvieron que hacer frente a diversas situaciones: campañas masivas de detección y vacunación, imposición de toques de queda, cierre del aeropuerto internacional Ben Gurion, etcétera.

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“Israel está seguro y protegido (contra el COVID-19). Para mantener esta situación y el curso de la vida normal, debemos seguir vigilando la situación y preparándonos para cualquier situación”, explicó Bennett en un comunicado.

Con una tasa de positividad de las pruebas del 0,65% y una disminución constante del número de nuevas infecciones y hospitalizaciones en las últimas semanas, Israel parece haber superado la cuarta ola de coronavirus.

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Más de 5,7 millones de israelíes (alrededor del 80% de los adultos), de los más de nueve millones de habitantes del país, recibieron dos dosis de la vacuna Pfizer, y más de 4 millones la tercera dosis, según el ministerio de Salud.

El consejo asesor del ministerio de Salud también recomendó el miércoles por la noche ampliar la vacunación a los niños de 5 a 11 años. El gobierno aún tiene que decidir si seguirá adelante con esta medida, pero el jueves el primer ministro ya se pronunció a favor.

Fuente: AFP.