Con las reservas de champaña en picada y retrasos en la reposición de ginebra y whisky, los problemas en el suministro de algunas bebidas alcohólicas preocupan a bares y discotecas en España, que temen la escasez de marcas populares.

Tras meses de contención ligada a las restricciones anti-COVID, la actividad se disparó a partir del verano pasado en los bares españoles, donde se concentra una buena parte de la vida social del país y de su consumo de bebidas alcohólicas. Pero los transportistas y proveedores luchan por reponer existencias frente a la fuerte demanda.

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“Tenemos ya entre 25 y 30 días con problemas de abastecimiento, que han ido creciendo. Algunas marcas de ginebra, tequila o whisky ya casi no se encuentran, están desapareciendo”, se lamenta Raúl García, responsable del Café Comercial, en Madrid.

Como otros establecimientos, este bar emblemático del centro de la capital dice ser víctima de una “rotura de stock” o desabastecimiento de “marcas internacionales que todos conocemos, que son referencias, marcas que nunca pensábamos que iban a poder fallar”, dice García.

Lo reafirma Roberto Ucelay, gerente del hotel Los Olivos Beach Resort en Tenerife, isla del turístico archipiélago atlántico de Canarias. “La escasez no es generalizada, sino concentrada en algunas marcas. El problema es que se trata de marcas preferidas por los clientes”, explica. Están afectadas, por ejemplo, las ginebras Seagram’s y Beefeater, el vodka Absolut y el tequila Patrón. También las champañas Moët&Chandon y Dom Pérignon.

Coctel de factores

¿Cuál es la causa de esta situación? Para la federación de productores y distribuidores de alcohol Espirituosos España, las dificultades no están ligadas “a un aumento exponencial del consumo, sino a problemas derivados de la inestabilidad en los mercados” en un contexto de recuperación pospandemia.

Las “roturas de stock (...) son consecuencia de la crisis mundial en el transporte”, avivada por la demanda de China y Estados Unidos, “que afecta al comercio internacional y al aprovisionamiento de materias primas”, señala la federación en un comunicado. En particular, se han visto afectadas materias primas necesarias para el envasado de vinos u otras bebidas alcohólicas, como el vidrio, el aluminio y el cartón. Lo que se ha sumado a la falta de barcos y camiones de transporte.

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“No es un problema de disponibilidad de productos, es un problema de transporte”, subraya a la AFP un portavoz del grupo Pernod Ricard, número dos mundial de bebidas espirituosas, al reconocer “tensiones” en el mercado español. Según el grupo francés, España no es el único país con dificultades. El Reino Unido, por ejemplo, tiene complicaciones ligadas al Brexit. Pero en el caso español la situación se exacerba por los hábitos de consumo.

“España es un mercado muy dependiente de bares y restaurantes, que representan casi la mitad de las ventas, contra una quinta parte en países como Francia”, explica Pernod-Ricard. Con la recuperación “se necesita que toda la cadena se ponga en marcha”, lo que toma tiempo, acota.

“Cuello de botella”

“Con el vaivén de las restricciones, que cambiaban de una región a la otra, los bares han sido cautelosos y han liquidado sus stocks. Así que tienen un largo camino que recorrer”, estima Daniel Mettyear, del gabinete de análisis del mercado de vinos y bebidas alcohólicas IWSR, quien observa un efecto “cuello de botella”.

“España es el país con mayor número de bares y restaurantes per cápita en el mundo. Pero su sistema de distribución es fragmentado y comprende muchos actores, distribuidores, subdistribuidores”, dice el experto. ¿Cuándo se deshará el nudo? Según Espirituosos España, es una situación “coyuntural” que no debería durar “mucho”.

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Pero con las festividades de fin de año acercándose, el temor crece. Para algunas marcas de champaña, “nos dicen que tomará al menos seis meses. Será largo”, resopla Roberto Ucelay, de Los Olivos Beach Resort. “Hasta que no se fluidifique el mercado, el problema va a permanecer”, advierte Vicente Pizcueta, portavoz de “Noche de España”, organización patronal del sector de las discotecas, quien no obstante busca atemperar los miedos.

“El problema es de marcas, no de categorías de alcohol. España es un país fabricante de bebidas espirituosas y tiene marcas que todavía están disponibles, en todas las categorías. Así que hay alternativas”, señala.

Fuente: AFP.

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