“Escuchen todos, sé unas cuantas cosas sobre la extinción”, expresa un dinosaurio animado, que el miércoles pasado “irrumpió” en la sede de las Naciones Unidas (ONU) y subió al podio para dejar un mensaje a la humanidad: “No elijan la extinción”.
“Provocar tu propia extinción es lo más ridículo que he escuchado”, ironiza el vocero de la desaparecida especie reptil al apuntar a los desastres climáticos, esto en víspera de la conferencia mundial sobre el clima (COP26), que se desarrollará desde este domingo 31 de octubre hasta el 12 de noviembre.
“Imaginen si nosotros hubiéramos gastado miles de millones cada año subsidiando meteoritos”, comenta el dinosaurio de animación digital desde el atril de la ONU, ante personas reales. “Eso es lo que están haciendo ahora mismo”, agrega.
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“El mundo gasta la asombrosa cifra de 423.000 millones de dólares por año en subsidios a los combustibles fósiles para los consumidores: petróleo, electricidad generada por la quema de otros combustibles fósiles, gas y carbón”, señala la descripción que acompaña al video.
La cantidad que se gasta directamente en estos subsidios podría sufragar las vacunas contra la COVID-19 de todas las personas del planeta o financiar tres veces la cantidad anual necesaria para erradicar la pobreza extrema en el mundo. Si se tienen en cuenta los costos indirectos, incluidos los costos para el medio ambiente, la cifra se eleva a casi 6 billones de dólares, según datos publicados recientemente por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La campaña “No elijas la extinción” cuenta con una plataforma de inteligencia colectiva, Global Mindpool (www.dontchooseextinction.com), para ayudar a abordar los problemas más importantes de nuestro tiempo. Vinculando ideas de todo el mundo (sobre la emergencia climática, la crisis de la naturaleza y la desigualdad) Global Mindpool apoyará al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a fin de informar y preparar mejor a los responsables de las políticas en los Gobiernos, la sociedad civil y el sector privado.
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