Al menos cuatro militares murieron y tres resultaron heridos en dos ataques con explosivos y disparos en el noroeste de Colombia en represalia por la reciente captura de Otoniel, el máximo jefe del narcotráfico, dijeron autoridades el martes pasado.
En una primera acción, tres soldados perdieron la vida la noche del lunes cuando estalló una carga explosiva al paso de su vehículo seguido de disparos de fusil. El ataque, en el que también sufrieron lesiones tres uniformados, se produjo en la localidad de Turbo, en el departamento de Antioquia, zona de influencia del Clan del Golfo que encabezaba Otoniel hasta su detención el sábado con fines de extradición a Estados Unidos, indicó una fuente militar.
Fue “una retaliación por la captura del narcotraficante más buscado por las autoridades mundiales y colombianas”, dijo a Blu Radio el general del Ejército Juvenal Díaz. En un comunicado, esa institución informó sobre la muerte de otro militar en Ituango, un municipio del mismo departamento.
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“Fue hostigada una unidad militar por integrantes del mismo grupo armado organizado, hiriendo a uno de nuestros uniformados (...) (que) lamentablemente fallece”, según el boletín divulgado este martes, que no precisa el momento del incidente.
Dairo Antonio Úsuga, conocido con el alias de Otoniel y líder del Clan del Golfo, fue detenido el sábado en las montañas de Antioquia en un megaoperativo de 500 policías y militares tras años de intensa cacería. “Rechazamos y condenamos el cobarde asesinato de 3 soldados del @COL_EJERCITO, cuando realizaban labores de vigilancia en Turbo, Antioquia”, reaccionó el presidente, Iván Duque, en un mensaje en Twitter.
El general Díaz señaló que los militares están en alerta por nuevas acciones de represalia de la organización de Otoniel, que opera principalmente en Antioquia y Chocó, en un área colindante con Panamá.
Lucha por el poder
El centro de estudios independiente Indepaz estima que el Clan del Golfo cuenta con una fuerza de unos 1.600 hombres. Las autoridades calculan que ascendería 3.800 integrantes entre combatientes y colaboradores. “Todos los indicios nos muestran que estos bandidos van a tomar retaliaciones por la captura”, añadió Díaz.
La detención de Otoniel, de 50 años y quien se inició como guerrillero y después combatió en el bando contrario junto a los paramilitares, es el golpe más contundente que ha propinado Duque al narcotráfico en sus tres años de gobierno.
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“Reiteramos que estos criminales y narcotraficantes que atentan contra nuestra Fuerza Pública serán perseguidos y llevados ante la justicia”, advirtió el mandatario. Expertos prevén que los subalternos de Otoniel podrían desatar una guerra para llenar el vacío que dejó el capo, en una confrontación que atemoriza a los habitantes de la región. Alias “Chiquito Malo” y “Siopas” aparecen como los posibles sucesores del narcotraficante.
Según el ministerio de Defensa, el Clan del Golfo exporta el 30% de la cocaína que sale de Colombia (unas 300 toneladas) anualmente, el país considerado por la ONU como el mayor productor de esa droga. El gobierno espera que Úsuga sea extraditado en las próximas semanas a Estados Unidos, donde es solicitado por cortes de Miami y Nueva York por narcotráfico.
Ante la justicia colombiana, Otoniel tiene seis condenas y 26 órdenes de captura por homicidio, terrorismo, reclutamiento de menores y secuestro, entre otros delitos.
Fuente: AFP.