La recuperación tras la pandemia, impulsada por combustibles fósiles, tendrá como consecuencias el agravamiento de la inseguridad alimentaria y la crisis climática y sanitaria que amenazan a millones de personas, según un estudio publicado hoy jueves.
El informe The Lancet Countdown, de la revista médica The Lancet, es el mayor estudio anual de los impactos del cambio climático en la salud. Determinó que hasta 19% de la masa terrestre fue afectada por sequías extremas en 2020 y advirtió que el cambio climático amenaza la seguridad alimentaria, que ya afecta a más de 2.000 millones de personas.
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Además, las poblaciones de 134 países están en mayor peligro de incendios forestales que, en cualquier otro momento de la historia, y millones de agricultores y trabajadores de construcción pierden ingresos por el creciente número de días de calor extremo.
El cambio climático también crea condiciones más propicias para enfermedades infecciosas como el dengue, el zika, la cólera y la malaria que hace algunas décadas, señaló el estudio. “El cambio climático está aquí y ya estamos viendo cómo daña la salud humana en todo el mundo”, recalcó Anthony Costello, director ejecutivo de Lancet Countdown.
“Al continuar la crisis del COVID-19, cada país enfrenta también algún aspecto de la crisis climática”, agregó. El informe señaló que las interrupciones en el ciclo del agua debido al calentamiento global acortan el tiempo en que las plantas alcanzan la madurez, lo que resulta en cosechas menores y una mayor presión sobre la producción alimentaria.
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En el caso del maíz, la productividad decayó 6% comparado con los niveles de 1981-2010, mientras que el trigo bajó 3% y el arroz 1,8%. Los alimentos marinos, de los que dependen 3.300 millones de personas, enfrentan una “creciente amenaza” por el aumento en la temperatura marítima de casi 70% comparada con la de hace 15 años.
El informe advirtió también que casi tres cuartas partes de los países evaluados reconocieron no poder hacerle frente a una estrategia nacional de salud combinada con una estrategia climática.
“Este año hemos visto a gente que sufre intensas olas de calor, inundaciones mortales e incendios forestales”, dijo María Romanello, principal autora del estudio. “Estas son advertencias serias de que por cada día que aplacemos nuestra respuesta al cambio climático, la situación será más crítica”, agregó.
Fuente: AFP.