Siete presuntos integrantes del Clan del Golfo, el principal brazo armado del narcotráfico en Colombia, murieron en un enfrentamiento con militares en el departamento de Antioquia (noroeste), dijeron autoridades este lunes. Los hombres estaban implicados en seis ataques a la policía y cayeron en una acción militar el fin de semana, dijo el alto mando militar en una rueda de prensa junto al ministro de Defensa, Diego Molano.
“Se logra la baja en combate de siete de estos bandidos y la captura de dos” más, uno de ellos herido en el choque, detalló el general Juvenal Díaz, comandante de la Séptima División del Ejército. Las tropas lograron infiltrar la zona donde operaba este grupo, ubicada entre los municipios de Ituango, Tarazá y Valdivia, según informaron las autoridades.
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Bajo el mando de Dairo Antonio Úsuga (alias Otoniel), uno de los criminales más buscados por Colombia y por quien Estados Unidos ofrece una recompensa de cinco millones de dólares, el Clan del Golfo es la principal banda exportadora de cocaína. Después de medio siglo de persecución al narcotráfico, Colombia sigue siendo el principal proveedor mundial de esa droga y el mercado estadounidense su principal destino.
El Clan del Golfo cuenta con un ejército numeroso que ha sido diezmado en el marco de una ofensiva que comenzó en 2015. En su momento las autoridades calcularon que la banda tendría hasta 4.000 hombres en armas.
Refuerza frontera con Venezuela
El gobierno de Colombia anunció este lunes el envío de 300 militares a la frontera con Venezuela tras la muerte de cinco soldados en un ataque rebelde que, según autoridades, fue planificado desde territorio venezolano. Los uniformados murieron el sábado, cuando rebeldes del ELN y de un grupo disidente del acuerdo de paz con las FARC los atacaron con explosivos, ráfagas de fusil y ametralladora en el departamento de Arauca (este), donde hay decenas de cruces irregulares que conectan a ambos países.
“Se refuerza la presencia de 300 hombres adicionales de nuestro Ejército Nacional con el fin de proteger esos puntos de cruce en la frontera”, aseguró el ministro de Defensa, Diego Molano, en una rueda prensa. El presidente Iván Duque aseguró que el ataque fue “planificado desde Venezuela” por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), última guerrilla reconocida del país, en alianza con disidentes.
Caracas, a través de su ministro de Defensa, Vladimir Padrino, negó el señalamiento en varios tuits. El viernes el Ejército colombiano había anunciado que dos uniformados fueron secuestrados en Arauca, al igual que un coronel de la institución que se encuentra en poder de los disidentes desde abril y que de acuerdo a las autoridades está en Venezuela.
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Sin un mando unificado, las disidencias de las FARC suman unos 2.500 militantes y se financian principalmente con el narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión, según inteligencia militar. El país vive un rebrote de violencia a pesar del desarme de la que fuera la guerrilla más poderosa del continente.
Sin relaciones desde 2019, Colombia y Venezuela comparten una porosa frontera de 2.200 kilómetros. Bogotá ha acusado en reiteradas ocasiones al gobierno venezolano de dar refugio a rebeldes disidentes de las FARC y guerrilleros del ELN, lo que Caracas niega. Maduro, por su parte, suele involucrar a Duque en constantes denuncias sobre planes de golpe de Estado y magnicidio en su país.
Fuente: AFP.