Este domingo continuaba una gran movilización en España para intentar controlar un gran incendio que ya calcinó 6.000 hectáreas de bosques en cuatro días en la zona sur de Málaga, donde las autoridades decidieron realizar nuevas evacuaciones.
Este siniestro gigante, desatado en la tarde del miércoles en las alturas de Sierra Bermeja, en Andalucía (sur del país), se reavivó aún más este domingo de mañana al juntarse con otro foco ígneo a su vez provocado por el primero, explicaron las autoridades.
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La situación llevó a la Junta de Andalucía a solicitar apoyo a la Unidad militar de emergencias y evacuar preventivamente aún más núcleos poblacionales (algunos muy dispersos en la región), entre los cuales Genalguacil, Júzcar y Jubrique, informaron los servicios de emergencia en la red Twitter.
“Estamos hablando de una potencia y una fuerza inusitadas para los incendios que estamos acostumbrados a ver en nuestro país (...) es un incendio que genera su propia dinámica de propagación”, destacó en una conferencia de prensa Alejandro García, funcionario del dispositivo de extinción de incendios (Infoca), justificando estas evacuaciones.
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Hasta ahora han sido evacuadas más de 2.000 personas como consecuencia del siniestro, en el cual el jueves murió un bombero de 44 años. Han sido desplegados más de 600 profesionales para combatir la catástrofe y ayudar a los pobladores, de acuerdo a la Junta de Andalucía. Los bomberos están siendo apoyados con aviones bombarderos de agua y varios helicópteros.
“Los datos provisionales obtenidos mediante el satélite Copernicus de la Comisión europea muestran un avance de las llamas sobre una superficie superior a las 6.000 hectáreas”, señala en un comunicado el ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. De acuerdo a este ministerio, las “particularidades del terreno --en pendiente)-- (...) unidas a unas condiciones meteorológicas desfavorables, han complicado las tareas de extinción”.
Fuente: AFP.