Al mirar las portadas de los diarios de Estados Unidos plagadas de iniciativas conservadoras para restringir el aborto y el derecho al voto, alguien ajeno al país podría pensar que son los republicanos, y no los demócratas, quienes dirigen Washington.

Aunque el demócrata Joe Biden ganó la presidencia y su partido logró una fuerte presencia en el Congreso, el punto clave de las elecciones de 2020 fue probablemente el control de las cámaras de los estados de Estados Unidos. “Los republicanos han sido especialmente eficaces para ganar las elecciones legislativas de los estados”, dijo a la AFP Wendy Schiller, profesora de ciencias políticas en la Universidad de Brown.

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“Inteligentemente, concentraron el tiempo, el dinero y la energía en ganar la Cámara de Representantes en 2010, y las legislaturas estatales”, explicó. Sólo en ese año, los republicanos ganaron más de 600 escaños, llegando a acumular una ventaja nacional de casi 1.100 escaños, abundó la experta.

Aunque el control de los poderes Ejecutivo y Legislativo pueda parecer el objetivo máximo de la política estadounidense, la felicidad y la prosperidad de los estadounidenses depende tanto de lo que ocurra en los congresos de los estados como en el Capitolio de Washington.

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Las legislaturas republicanas han ejercido su poder regional con entusiasmo en las últimas semanas, aprobando un aluvión de proyectos de ley que los opositores califican de supresión de votos, mientras que Texas (sur) acaba de promulgar estrictas medidas que equivalen esencialmente a una prohibición del aborto. Los críticos esperan que el resultado final de las leyes -que se extienden por numerosos estados republicanos- sea una gran disparidad en el acceso a los servicios en Estados Unidos.

“El federalismo siempre ha producido una marcada desigualdad en el ámbito de los derechos civiles y el voto, y ahora lo hace con las restricciones al aborto”, argumentó Schiller. “En algunos casos el gobierno federal ha podido imponerse, pero a diferencia de los derechos civiles y el voto, el aborto no ha producido el mismo nivel de consenso nacional a favor de un mayor acceso”, añadió.

Superado

Cuando ratificaron la Constitución, los estados acordaron que el gobierno federal sería responsable de unas dos docenas de asuntos nacionales e internacionales, mientras que el resto de las cuestiones se resolverían a nivel local.

“Así que la 10ª Enmienda proporciona una gran latitud y protección a los estados para que tomen sus propias decisiones legislativas y legales, que pueden ser muy diferentes a las de Washington”, dijo a la AFP Capri Cafaro, de la Escuela de Asuntos Públicos de la American University.

En la actualidad, las responsabilidades exclusivas del gobierno federal incluyen la acuñación de moneda, la regulación del correo, la declaración de guerra y la dirección de otras políticas exteriores. Sin embargo, los estados se encargan de garantizar el bienestar, la seguridad y la salud de sus ciudadanos, de otorgar la mayoría de los servicios públicos y organizar las elecciones.

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Los demócratas reconocen que en los últimos años se han centrado mucho más en ganar la presidencia y controlar el Congreso, mientras que se ven superados en financiación y organización de las bases. Como resultado, los republicanos tienen el control de la Cámara de Representantes y el Senado -o la cámara única- en 31 de los 50 estados de Estados Unidos.

La ley de aborto de Texas, un dramático viraje con respecto a la decisión de la Suprema Corte de 1973 que legalizó el procedimiento en todo el país, se impone a la opinión pública. Las encuestas muestran que más de la mitad de los estadounidenses creen que el aborto debería ser legal todo el tiempo o la mayor parte de él.

Balance de poder

“Si no defendemos nuestras mayorías demócratas e invertimos en el poder demócrata, los avances en materia de derechos reproductivos pueden perderse”, afirmó en un comunicado Heather Williams, directora ejecutiva del Comité de Campaña Legislativa Demócrata.

Los estados del país están redibujando actualmente sus distritos legislativos en un proceso exigido por la Constitución que determinará el equilibrio de poder en las capitales estatales y en Washington durante los próximos 10 años. En la mayoría de los estados, los legisladores se reúnen para elaborar los nuevos mapas de los distritos del Congreso después del censo.

Así, la redistribución de los distritos puede ser tan importante para el equilibrio de poder en la Cámara de Representantes de Estados Unidos como para los resultados de los partidos en las elecciones. La mayoría de los analistas políticos coinciden en que los republicanos tienen una clara ventaja.

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Controlan la elaboración de los mapas en 20 de los 35 estados con varios escaños en el Congreso y las legislaturas que se encargan del proceso. Los demócratas sólo controlan 11. Pero a pesar de todo el énfasis en la política local, las cámaras de los estados necesitan a la Casa Blanca tanto como ésta a los estados, según Schiller, de la Universidad de Brown.

“El Partido Republicano ha ido más allá de su mensaje tradicional de que el gobierno federal es demasiado grande, para pasar a un mensaje de que el gobierno federal es malo en general”, dijo. “Todo lo que sea federal es malo para los estados, según el Partido Republicano, excepto, por supuesto, cuando se trata de ayudas para catástrofes, que los gobernadores republicanos aceptan de buen grado y sin objeciones”, sostuvo.

Fuente: AFP.

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