Un tribunal de Estados Unidos dio marcha atrás y finalmente se negó este lunes pasado a obligar a un hospital a administrar el controvertido medicamento ivermectina a un paciente con COVID-19. El fármaco antiparasitario, popular en algunos sectores, “no ha demostrado ser eficaz hasta ahora”, escribió el juez Michael Oster del condado de Butler (Ohio) en su sentencia.
“Las comunidades médica y científica no apoyan el uso de la ivermectina como tratamiento del COVID-19”, dijo, citando las “limitaciones” de los estudios a favor de este producto, algunos de los cuales “incluso han tenido que ser retirados”. Hace quince días, otro juez, instado por la esposa del paciente con COVID, Julie Smith, había obligado a un hospital de los suburbios de Cincinnati a dar a su paciente 30 mg de ivermectina al día durante dos semanas.
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El grupo UC Health, que gestiona el hospital implicado UC West Chester, se congratuló de “una noticia positiva para la ciencia y la experiencia de los profesionales de la salud”. “No creemos que se deba obligar a los hospitales o a los médicos a administrar medicamentos o terapias, especialmente cuando no se ha demostrado que funcionen”, añadió su portavoz Kelly Martin.
La ivermectina es un fármaco muy utilizado por los veterinarios, pero también tiene uso humano contra parásitos como la sarna, la ceguera de los ríos (oncocercosis) y los piojos. Desde el comienzo de la crisis sanitaria, se han llevado a cabo estudios para ver si este económico medicamento podría ayudar a controlar el COVID-19. A pesar de los alentadores preestudios de laboratorio iniciales, los ensayos realizados en esta fase no son concluyentes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades sanitarias europeas y estadounidenses desaconsejan su uso contra el COVID, lo que no impide que sea popular entre ciertos segmentos de la población.
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Fuente: AFP.